sábado, julio 30

El fiolo


En Río Cuarto hay gente muy molesta con Tinelli.
Algunas impresiones sobre este sorete burlón tenido por locutor simpático.







Entre mis recuerdos vergonzantes está un año nefasto en el que seguí con gusto el programa del ex notero de Badía. Fue el '94, en fin, uno de esos malos años que tiene cualquiera...
El resto, antes y después, fue rezumar todo este odio amargo y oscuro.

"Una broma de Tinelli": las veces que habremos oído la frasecita, ¿no? Con el otro burlón noventoso, el rockandpopero flanqueado por chupamedias ingeniosoides, pasaba algo parecido. Se repetía aquí y allá que las bromas eran de ellos, los locutores-cafizos, cuando en realidad provenían de sus monigotes-prostitutos.

Ahora que muchos de estos gansos levantaron vuelo con programas propios, Tinelli adorna su burdel con "talentos" del común. La retribución, además del "haber salido en Showmatch", consiste en canjes de tiendas de electrodomésticos. Mientras los talentos se muestran, una cámara toma constantemente al fiolo haciendo toda clase de mohínes. A través de ese ojo fue que tantos riocuartenses descubrieron súbitamente su ruindad caleidoscópica.

Como consuelo a tan añoso veneno, me permitiré recordar un par de momentos en los que al coso la tortilla se le dio vuelta.
Una vez hizo el intento con las cachadas al estilo Dr. Tangalanga. Llamó a una casa de masajes o algo así, y una voz aguardentosa le contestó: "Así que sos vivo, vos. Yo conozco mucha gente en mi trabajo, que me cuenta cosas. ¿Querés que diga lo que sé de vos?".
Como dice mi viejo a veces: reculó como pato atragantado con tripa. La manera en que cortó la comunicación y se largó a hablar a los gritos de cualquier otra boludez, sólo es comparable al tembleque pálido de los ce-cu-cé's la vez que se lo encontraron a Méndez del otro lado de la línea.
El otro recuerdo consolador es la presentación de los Poison en Ritmo de la noche. Estos entrañables grasas, luego de mandarse un playback de aquéllos de Unskinny Bop, arremetieron contra los instrumentos musicales alquilados especialmente por la producción. Mierda, los hicieron, y salieron de escena a las carcajadas. Fue hermoso. Y después el fiolo, exhibiendo sus patéticos problemas para sintetizar una idea cada rara vez que se pone serio, estuvo como diez minutos pataleando ante las cámaras.
¡Olééé Olé Olé Oléééé, Poisooooon, Poisooooon!

viernes, julio 29

Quedamo así


Parece que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), una de las instituciones más enriquecidas del país durante los últimos cincuenta años, aumenta los precios de las entradas. Las de Primera División pasarían de $10 a $15 (+50%), y las de Nacional B, de $8 a $13 (+62.5%).

En el segundo caso, el que más me atañe, esto implicaría tener que pagar un mínimo de trece pesos para ir a ver partidos de escaso nivel técnico, jugados sobre canchas descuidadas, en estadios con tribunas desvencijadas y hediondas a meada rancia. El primer caso, el de los quince, no siempre escapa a esas circunstancias.

Tratándose de un fenómeno tan masivo, la situación ameritaría movilizaciones de protesta. Pero los muchachos de las cúpulas de las hinchadas, potenciales organizadores, no están muy habituados a esas prácticas. Sólo se movilizan para “hacer el aguante” al equipo en los folklóricos “viajes”, o para ir a pedir “aportes” y/o explicaciones a jugadores y cuerpos técnicos.
Lo que les piden a los dirigentes, entre otras cosas, son entradas de favor, muchas de las cuales revenden antes de los partidos en los alrededores de los estadios. El precio, lo fijan ellos.

Según e.e.cummings

un político es un culo con
el que todos se sientan salvo un hombre

jueves, julio 28

Chau Comedia



Parece, pues, que cierra el Teatro Comedia...





Ya se lo veía bastante alicaído en los últimos años: el cartel sin todas las letras es elocuente al respecto. No es que no hubiera espectáculos, al contrario. Pero al pasar frente al edificio (ni hablar de al entrar), me invadía cierta desoladora sensación de túnel del tiempo, de años idos por el resumidero.
"Una ruina muy al día de un estilo muy anticuado", dice más o menos la canción, y qué bien le sienta la frase al Comedia: un teatro clásico de tiempos del Centenario, "modernizado" en su momento a base de cemento, madera y cuerina, para asemejarse peligrosamente a aquellas boites donde putarreaban de lo lindo Porcel y Olmedo... tan vistas, dicho sea de paso, en la pantalla del Cine Teatro Comedia.
Quizás aquel criterio de remodelación con fecha de vencimiento tenga algo que ver con este probable cierre. Quién sabe. A tres cuadras está el Real, que había estado cerrado largo tiempo hasta que un día el Estado provincial lo reabrió sin ponerle mucha guita encima, y ahora anda bastante bien. Remodelar este mamotreto setentoso, en cambio, parece que se hace muy cuesta arriba. En fin, correrá tal vez la misma suerte que el Córdoba Sport, ubicado justo a sus espaldas, para convertirse en otra pingüe playa de estacionamiento céntrica.

La miel y el cuchillo no se lamenta, ojo, nomás hace un poco de memoria. Margarito Tereré. Dave Holland Quintet. The Beats. Gala Escuela de Danzas Cecilia Dericia. Capusotto y Alberti. Chick Corea, que me lo perdí pero no importa, alcanza con eso de que terminó su show haciendo repiquetear dos palitos contra todo tipo de superficies hasta salir del teatro, percutir sobre un taxi, abordarlo y partir.

Por ahí lo reabren, pero no creo que dure. Más factible veo su incorporación a la batería de clichés obituarios de don Salzano.

Ya lo creo...

"El primer premio es que el jurado lea tu novela"
(Slogan del Clarín-Alfaguara)

martes, julio 26

Fascismo y escrúpulos


Durante la Guerra Civil Española, en un cuartel falangista, un coronel se dirige a sus soldados:
- ¡A ver, alguien que me diga por qué peleamos!
Los reclutas vacilan. El superior insiste, y por fin uno se anima a contestar:
- Peleamos... eh... ¡por los ideales, mi coronel!
- ¡No, soldado, no! -replica el milico- ¡Por los ideales no! ¡Los ideales están del otro lado! ¡Nosotros no tenemos ideales: peleamos por el gusto de pelear, por la alegría de la guerra!
Y tras una pausa dramática, remata su argumento:
- Y justamente por eso, es que esta guerra la vamos a ganar.

La escena, más o menos tergiversada en la memoria, pertenece a la película Fiesta (Pierre Boutron, 1996). Han pasado los años y la sigo recordando. Y no creo que la olvide.

Cuando me entero de canalladas como secuestros, desapariciones, torturas, cuerpos cayendo de aviones, cuentas suizas, bebés robados, etc., el primer impulso es la indignación: hijos de puta, asesinos, criminales... Después entro en razones, reflexiono: estos tipos no podrían haber actuado de otra manera, indignarme con ellos equivale a plantear la posibilidad de lo contrario.

Lo mismo respecto a los reivindicadores de tales canalladas. Ellos deben pensar algo así como: de qué se quejan los zurdos éstos, les ganamos una guerra y ahora lloran, los maricones...
Y bueno, sus razones tienen para pensar así, los muy hijos de puta...

Que eran capaces de hacer las cosas que terminaron haciendo, me parece que se sabía. De Uriburu en adelante, pasando por Rojas, Onganía, Trelew y las 3A, el fascismo en Argentina había demostrado con creces su falta total de escrúpulos. Al menos quienes lo combatían, sabían que al rival no le importaba nada.

Muchas cosas podrá achacársele a la militancia revolucionaria en Argentina, pero no la aplicación de la tortura. Ése fue, justamente, un argumento para diferenciarse del enemigo: no somos como ellos, no usamos sus métodos. He allí la ventaja de quien no tiene ideales (por mucho que mienta al predicar tenerlos): la práctica de la tortura fue clave en la victoria, ya que las delaciones forzadas facilitaron el desmantelamiento de las células insurgentes.

Cuando se mueran Videla, Massera, Pinochet, Shaefer, Patti, Seineldín, Neustadt, Grondona, Gelblung, Palito Ortega, Primatesta y tantos otros, al menos procuraré comerme un rico asadito como cuando espichó Suárez Mason. Es lo que hay, y agradezco tener para la carne y el vino. Me sumaría a los reclamos por Justicia, pero dudo: demasiado consensuado está eso de identificarla con Cárcel.

Desde este casi insignificante espacio, afirmo: la cárcel, ese diseño arquitectónico de rancia cepa fascista, no se lo deseo a nadie. Me dirán: no proponés otra cosa. Responderé: peor es proponer sin pensar.

Los fachos de este mundo ya están bien podridos ellos solitos; en ninguna otra parte se pudrirán más sino en el jonca.

... y a propósito de fachos

No olvides nunca
que los menos fascistas
de entre los fascistas
también son
fascistas

Roque Dalton (1935-1975)
De Un libro levemente odioso, UCA, San Salvador, 1988.

... y a propósito de cárceles

Auditorio: ¿Qué tipo de productividad pretende lograr el poder en las prisiones?
Michel Foucault: Esa es una larga historia: el sistema de la prisión, quiero decir, de la prisión represiva, de la prisión como castigo, fue establecido tardíamente, prácticamente al fin del siglo XVIII. Antes de esa fecha la prisión no era un castigo legal: se aprisionaba a las personas simplemente para retenerlas antes de procesarlas y no para castigarlas, salvo en casos excepcionales. Bien, se crean las prisiones como sistema de represión afirmándose lo siguiente: la prisión va a ser un sistema de reeducación de los criminales. Después de una estadía en la prisión, gracias a una domesticación de tipo militar y escolar, vamos a poder transformar a un delincuente en un individuo obediente a las leyes. Se buscaba la producción de individuos obedientes. Ahora bien, inmediatamente, en los primeros tiempos de los sistemas de las prisiones quedó en claro que ellos no producían aquel resultado, sino, en verdad, su opuesto: mientras más tiempo se pasaba en prisión menos se era reeducado y más delincuente se era. No sólo productividad nula, sino productividad negativa. En consecuencia, el sistema de las prisiones debería haber desaparecido. Pero permaneció y continúa, y cuando preguntamos a las personas qué podríamos colocar en vez de las prisiones, nadie responde. ¿Por qué las prisiones permanecieron a pesar de esta contra productividad? Yo diré que precisamente porque, de hecho producían delincuentes y la delincuencia tiene una cierta utilidad económico-política en las sociedades que conocernos: La utilidad mencionada podemos revelarla fácilmente: 1) Cuanto más delincuentes existan, más crímenes existirán; cuanto más crímenes hayan, más miedo tendrá la población y cuanto más miedo en la población, más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad cada nuevo día. Desde 1830 en todos los países del mundo se desarrollaron campañas sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esta amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de aceptación de los controles.

(Conferencia en Rio de Janeiro, 1976)

lunes, julio 25

Consolaciones










Algunos pasajes de la transmisión de la final de Stuttgart por Fox Sports:

- "Lo de Nadal es sin palabras. Gaudio, por lo menos, no tiene solución. Mejor no puede jugar..."

- "Gaudio está jugando en un gran nivel. Obliga a Nadal a demostrar su superioridad."

- "Pocas veces lo he visto a Gaudio ir perdiendo con tanta actitud, con tantos argumentos. Porque le están dando una paliza..."

sábado, julio 23

Chauvinismos superpuestos

viernes, julio 22

Visiones de Diego


I) Gol de Belgrano a Argentinos Jrs., Nacional '77. Al fondo de la foto, detrás del festejo, brazos en jarra, rulos gachos.

II) Gol a Resto del Mundo, junio '79. En el aire, gritando.

III) Spot televisivo de Coca-Cola, año '80, llamando al pibe para tirarle la camiseta.

IV) Periódicos varios, año '91, risueño, barbudo, pétreo, acompañado por rati alto y pelado.

V) En el aire otra vez, dibujo de amigo, año '96. Debajo, la inscripción: "París, 1998".

VI) Póster en casilla de un sereno de cantera, película El sabor de la cereza (A. Kiarostami, 1999).

VII) Salón VIP, Aeropuerto de La Habana, 2001, casi tapado por una multitud de niños.

VIII) Publicidad estática de Ona Sáez, con chivita bancaria y flanqueado por sus hijas, entrada a Cerro de Las Rosas, barrio ABC1 de Córdoba, 2005.

jueves, julio 21

¡Qué sucessso!

La fiebre del niño mago hace estallar los termómetros.

martes, julio 19

Taller Literario Zimmer. Hoy: Charly García













La reciente convocatoria de Beto Zimmermanni empezó a dar frutos. ¡Y cómo!
De bien que estaba el literato en su mesa del Royal con ventana a Cabrera (bah, tampoco tan bien: con el vaso vacío y sin un mango), vio estacionarse de pronto una limusina blanca. Al bajarse el vidrio polarizado de la ventanilla trasera, la castigada dentadura de Charly García sonreía a Beto desde debajo del célebre bigote.
- ¡Sos vos, man! -lo reconoció antes de bajarse del auto y entrar al bar. Los parroquianos lo vieron entrar con cara de desconcierto. "¿Y éste quién es?", se preguntaban las miradas. "Parece alguien que salió en la tele", aventuró una de ellas, la del encargado del mostrador.
Se comprende la extrañeza: si hubieran entrado los fantasmas de Sosa, Rivero o Goyeneche, habrían sido acogidos con calidez. Pero este flaco descalzo (¡con este frío!), con las 20 uñas pintadas, y vaquero y musculosa todos rotos, lo único que comparte con la gente del bar, a lo sumo es el reviente.

(- Y hasta por ahí nomás -reflexionaría Beto más tarde- Vos vistes, hay revientes y revientes...)

Charly se sentó a la mesa de Beto, y pidió vodka con naranja más otra medida de Llave para el tallerista. No le gustó mucho a la estrella que le trajeran Nikov con Tico Tico. El mozo, con la mirada, le preguntó: "¿Algún problema?", y como una cosa es un periodista de rock y otra un mozo de bar viejo, Charly se fue bien al mazo.
- Beto -le dijo al tallerista-, ¿qué tenés para mí?
- Bueno, García... A Sui Generis lo vamos a pasar por alto, ¿ah? No vaya a ser que se te ocurra otra reunión.
- Qué pasó, qué pasó, vamos áhi...
- Es así, Charly, son mis reglas de juego.
- Bué...
- A La Máquina la escuché poco. Cómo mata el viento Norte... Ta bien, linda lírica hippie, joya...
- Ah, sí, en aquel tiempo tuve un amor y también mucho más...
- Pero yo no estoy acá para dorarte la píldora, así que...
- Pegue Zimmer, pegue que me la aguanto.
- A ver... A riesgo de que reúnas Serú...
- Me reconocerás que no sería tan grave como una de Sui.
- Puede ser... Bueno, a lo mío, ¿sí?
- OK.
- Seminare.
- Sí, ¿qué pasa? Es copada, ¿o no? La sigo haciendo, me la piden.
- Sí, sí, lindo tema de amor, hippie también, anti-motoquero... pero ¿qué es eso de "nena nadie te va a hacer mal, excepto amarte"?
- Y... es eso, ¿qué?
- No te hagás el boludo que ya te escuché en un festival tratando de arreglar el moco. ¿Cómo es? ¿Si la llegás a amar a la nena le hacés mal?
- Bueno Zimmer, ya estuvo... Qué sé yo... Estaba recontrapuesto en Búzios, los versos salieron solos... Podría ser peor...
- Eso no me arregla a mí.
- Bueno, che, momento, no me comparés con otros, tampoco... Además un poco es así, ¿o no? ¿No hiciste mierda minas con tu amor, acaso, vos?
- Ponele, García... Pero el eje de la canción no es ése, vamos...
- Say no more, Zimmer, please...
- ¡Ah, ya que estamos! ¡Haceme el favor, muchacho! ¡Cortala con la huevada ésa! ¡Ya hartás!
- ¡Por qué! ¡Es genial! ¡Si te fijás, tiene siete significados! Uno:...
- Con todo respeto, Charly: perdetelós en el orrrto.
- Uh, man, no me bardiés...
- Esos jueguitos vanguardistas ya tienen como cien años, querido... Y lo del brazalete...
- ¡El rock es eso también, Zimmer!
- ¡Pero cortala!, ¡cambiá de canal!
- Y bueno...
- Y bueno nada, García... Un poco de estupidez en el rock no viene mal, pero no abusemos tampoco... Me acuerdo una vez en Atenas, que cantaste con Aznar una garcha que se llamaba López Rega tiene sida. Todo bien, me cagué de risa, pero fue el momento. Ahora, que la edités y quede para la historia, como hiciste con ese Rap de las hormigas, por ejemplo...
- ¿Qué...? ¡Qué pasa con el rap!
- "Y la heladera no funciona porque la misma es a gas", uf... ¿qué es eso? ¡Y el chivo de Raid!... ¡Te tomaste una bolsa con los Paralamas y se apuraron a grabarlo! ¡Y después se ve que la seguiste, porque te dio la cara y lo editaste! No, Charly, no es así, no es así... Mejor hubieras hecho regalándoselo a los GIT...
- Vos sos muy cerrado, Zimmer... Aparte es un tema viejo...
- Bueno, que soy cerrado puede ser. ¿Pero no decís vos que el que no tiene memoria es una Barbie?
- ¿Yo dije eso?... Bueno Zimmer, ta bien, say no... digo, eh... basta.
- Listo, Charly, listo. Hasta acá llegamos.
- Y hablando de Paralamas, ¿qué tal una vueltita en la limo conmigo?
- No, papi, te agradezco. Pagá la cuenta y andá, nomás.
- ¿Eh, qué pasó, Zimmer?
- Nada, estoy grande, esas historias para mí ya fueron... Ah, antes que se me olvide: te felicito por tu obra en general.
- Mató, Beto, gracias. Un honor.

Así llegó a su fin la primera sesión del taller literario para rockeros de Beto Zimmermanni. Un arranque de lujo que, por suerte, terminó sellado con un abrazo entre Beto y Charly. Esperamos que los próximos encuentros sean igual de fraternos, pero no nos hacemos muchas ilusiones...

La vista gorda


Cuando El Aviador, la última película de Martin Scorsese, estaba en los cines, mantuve el siguiente diálogo con un amigo:
- Sabés que no sé qué tantas ganas de verla tengo.
- ¿Por?
- Y... leí por ahí que el personaje real era un filonazi, antisemita, anticomunista, racista, y que la película no muestra nada de eso.
- Bueno, si se trata de un multimillonario yanqui, es obvio que el tipo va a ser todo eso.

Pasaron algunos meses, y por fin saqué El Aviador en video. Comencé a verla recordando el comentario de mi amigo; es decir, no dando bola a detalles obvios, y concibiendo a ese Howard Hughes como una criatura 100% ficcional, encarnación del mito del millonario omnipotente hasta la chifladura. No me fue nada costoso, sobre todo por mi escaso conocimiento sobre el individuo extra-ficcional.
La película es entretenida de principio a fin, lo que no es poco decir. (Anoche vi en el cine Guerra de los mundos, atrapante hasta cierto punto en el que Spielberg se copia a sí mismo las viejas escenas con dinosaurios bebés en espacios cerrados, ahora con marcianos en un sótano. De ahí en más, todo se va yendo a pique hasta el miserable final.) Hay escenas memorables en El aviador, como el tremendo piñón que se da Hughes a bordo de uno de sus modelos. Es notable, además, el retrato de ciertas facetas del temperamento atrevido y temerario del protagonista, como sus actitudes frente a los establishments político-económico (compañías de aviación, políticos, jueces) y cinematográfico (jerarcas de los grandes estudios, novias estrellas). También impresionan en la pantalla algunos reversos inexorables de su obsesión de futuro, como la asepsia obsesiva y la más cruda psicosis.

El relato seduce con semejante personaje bigger than life; lástima que Scorsese no llegue hasta el fondo más oscuro de su criatura. Porque si bien la observación de mi amigo tiene bastante de cierto, tampoco se puede hacer la vista gorda con lo de sorete que dentro o fuera de la ficción ha de tener un tipo como Howard Hughes. (Especialmente en tiempos en que Halliburtons y Bushs van con los tapones de punta adonde sea por el petróleo y el poder global.)
Hay una escena reveladora de la agachada del director. Allí, Howard se encuentra con la familia de su novia Katherine Hepburn. Durante un almuerzo, este conjunto de aristócratas liberales ilustrados intenta chucear por izquierda al aviador, y él les responde con una discreción y una altura difíciles de creer. Con lo bien que le hubieran hecho al personaje (y a la película) un par de buenas frases fascistas recalcitrantes, Scorsese elige pintar un idealista naif, más digno del Disney Channel que del complejo militar-industrial que en definitiva lo cobija.

Es una pena que en su afán de recibir un Martín Fierro, el artista que tan bien supo pintar al toro Jake La Motta clausure de manera tan burda un sector de su paleta.

lunes, julio 18

Taller literario para rockeros


Se encuentra abierto al público rocker en general el taller dirigido por el literato Beto Zimmermanni (foto).
Beto asesora a los creadores de nuestro rock en la confección de letras en castellano, atento a la importancia que revisten sus obras en la formación de generaciones, generaciones y generaciones de argentinos. Su método consiste en el análisis de títulos ya publicados, a los fines de promover evoluciones positivas en el arte letrístico futuro.
Los interesados pueden acercarse lunes a domingos de 9 a 13 al Bar Royal de Bo. Alta Córdoba, y preguntar en el mostrador por "Denis Rusós" (sobrenombre del tallerista). El mozo los acercará a la mesa de Beto, quien brindará asistencia lírica a cambio de una módica invitación con una medida de ginebra.
En próximas entregas, La miel y el cuchillo brindará informes sobre los encuentros de Zimmer con célebres rock stars locales. Si la iniciativa prospera, es posible incluso que luminarias internacionales se lleguen hasta el Royal para valerse de sus servicios.

viernes, julio 15

Viceversa

Para el gran diario argentino, el tenista australiano Lleyton Hewitt tiene problemas con sus colegas argentinos. Otra forma de verlo sería suponer que los problemas los tienen éstos. Sobre todo, si Hewitt les gana.

jueves, julio 14

Diablo Discos


Disculpen si molesto con esto de los discos en oferta, pero es que… es como un hobby que tengo… Además, ¿cómo pasar por alto en La miel y el cuchillo que llegó a mi oficina el mismísimo Diablo Monserrat y me vendió dos cedés bárbaros a cinco pesos?
Sí, leyeron bien, ¡el Diablo Monserrat!
Resulta que apareció por acá con un transparente tamaño oficio lleno de nombres de artistas y obras. Yo lo vi y pensé: “¡Es él!”, pero no le dije nada para no incomodarlo. Me lo figuré todo: el guaso anda medio de capa caída, ya con treinta y largos, injustamente descendido al Argentino A con Racing de Córdoba hace cosa de días… Y bueno, no tuvo ningún problema en salir a pelearla vendiendo discos grabados en su compu.

Me acordé de la última vez que lo había visto antes de ésta: a la salida de un amistoso Belgrano–Boca en el Chateau que había ganado Belgrano por penales. Salía del vestuario, y un compañero, el Pampa Rosané si no me equivoco (a quien ya había visto alguna vez en Keops de Carlos Paz, luciendo sombrero de cowboy color cremita y charlando con dos minas), le preguntó:
- ¿Y, Diablo, qué vas a hacer?
- Mirá -le dijo el Diablo-: io me voy al baile, no sé vo.
Monserrat, que había jugado un gran partido aquella noche, estaba excitadísimo. Como si hubiera entrevisto en aquel momento sus brillantes futuras temporadas en River, Racing y San Lorenzo. Pero esta vez estaba en mi oficina, todo vestido de jean: pantalón, camisa, campera… La campera estaba hecha con retazos de vaqueros viejos, era raro verle bolsillos de culo de pantalón en la espalda. Loco, ¿no? Y bueno, el Diablo siempre tuvo esas cosas. Dentro y fuera de las canchas.

Con mi compañero de oficina aceptamos su oferta de cuatro cedés a 10 pesos. Aún sabiendo él también que el vendedor era el Diablo, no lo hicimos explícito. ¿Para qué? Ahí estaba él ofreciéndonos música y punto, así que revisamos la carpeta, y elegimos.
El compañero pidió, para regalar a su hija, dos discos de Sabroso, una banda de cuarteto de popularidad mediana que se vende como “la mejor de Córdoba” y que hace poco osó editar un disco triple. No soy lego en el popular género; lo que sí noto es que sus exponentes tienden a ser bastante farsantes, como la Mona Jiménez aquella vez que participó en el inolvidable spot sotoide “Amo Córdoba, pago mis impuestos”. Sabroso probablemente no ha de escapar a la tendencia, pero bueno, qué sé yo…

Mejor pasemos a mis elecciones. Le encargué al Diablo dos discos de la carpeta: The Marshall Mathers de Eminem, y Desatormentándose de Spinetta.
No se confundan, che... No se trata de The Marshall Mathers L. P., también de Eminem, ni de Desatormentándonos de la banda Pescado Rabioso. Nada que ver. Son otros.
El de Eminem es algo así como una áspera y personal declaración hip-hopera de principios; y como él se llama Marshall Mathers, bueno, le puso al disco: “El Marshall Mathers”. O sea: un guasito blanco de un suburbio de Detroit que componía y rapeaba muy bien, y que tenía un montón de leche para sacarse respecto a la soberana mierda en la que se había criado y que lo rodeaba (y que lo rodea aún).
Respecto a Desatormentándose, se trata de un disco en el que el Flaco intenta sacarse de encima el tormento de un amor perdido. Para ello se vale de un par de músicos más o menos sesionistas que le hacen la gamba. Las épocas de Almendra, ésas de meter en los discos temas de otros, como Molinari y Del Guercio, ya fueron (a lo sumo después grabaría algún tema de sus hijos o algún opio instrumental del Mono Fontana, excepciones que confirman con lapidaria contundencia la regla): Spinetta está en camino de convertirse en el solista discutible o indiscutible que es hoy, y por eso es que este disco que me vendió el Diablo Monserrat, se llama: Desatormentándose, y es: de Spinetta y de nadie más.

Ambos discos, que en lo musical son extraordinarios, lo son más aún en las copias realizadas por el Diablo. Porque además de sonar éstas de puta madre, vienen con unas admirables artes de tapas barriales, logradas con pasmosa economía de recursos.
En ambas portadas se combinan tintas azul (bolígrafo tipo fibra, trazo fino) y verde (fibra verde gruesa, cajita no sé si de seis o doce) sobre papel cuadriculado. Las letras fueron realizadas a pulso, tomando como escala los cuadritos de la hoja. La tinta azul es la dominante, en tanto que la verde viene en todo caso a ornamentar el diseño con toques simples pero definitorios. En la tapa de Desatormentándose, la palabra “Spinetta” aparece con letras de interior azul y perímetro verde, y no falta el simpático detalle de las dos "t" compartiendo techito. En The Marshall Mathers, por su parte, son estas tres palabras del título las que aparecen en un formato de líneas azules y verdes superpuestas.
Además, en una curiosa, caprichosa decisión estética, también tienen el mismo formato de colores superpuestos los números de orden de las canciones, con sus respectivos guiones precedentes a los títulos.
Sospecho que el Diablo debe haber delegado los artes de tapas en su señora o su pequeña hija. Me cuesta creer que su imaginativo talento futbolístico se extienda también al diseño gráfico. En fin: qué importa. La cosa es que el Diablo Monserrat, alegando llamarse Ariel para pasar desapercibido, anda por los barrios vendiendo discos a precios de ganga. La carpetita tiene como veinte páginas llenas de nombres en orden alfabético: tarde o temprano, alguno nos tiene que interesar.

miércoles, julio 13

Todos dicen te compro

La verdad, no sé de qué se asombran. ¿No era que en los pueblos todo el mundo se conoce ?

De mi consideración


En virtud de algunos sucesos acaecidos recientemente, a saber: problemas de arranque del auto; traslado en grúa al taller; detección de un problema menor en el motor (aparatito prescindible que funcionaba mal); arreglo “provisorio” (retiro de aparatito y conexión “stand by”); óptimo andar durante feliz travesía serrana; nuevo traslado al taller para arreglo “definitivo”; y por último, pago de 60 pesos por “mano de obra”, más 136 por cambio innecesario de bujías... resuelvo:
En plena semana de la gran fiesta del rally, desearles a mecánicos, electricistas, alineadores-balanceadores, cambiadores de aceite y filtros, gomeros, tuneros, fanáticos de modelos viejos, Corsa, Carburando, El Garaje, Motta Producciones, Motores en Marcha, Sprinter, Autodinámica, flia. Di Palma, flia. Gálvez, Reutemann, Carola Casini, finados Fangio, Froilán, Recalde, Héctor Acosta, Pappo, Oltra y Menem Jr., ex gordo Raies, Traverso, Pozzo, Ligato, Cocho López, Pechito López, Nalbandián, Luis Pérez Companc, Muñeco Michelín, autitos de Bardahl, Primo Morellato, Taller Elías, en fin... a toda la gran familia “tuerca” argentina, le deseo una + rápida y + furiosa excursión a las recalcadas conchas de sus madres, como buenos hijos de un motorhome lleno de promotoras sarnosas y sifilíticas que son.
Bastante descargado (ya que no desgarcado) y sin más que agregar, saludo a Uds. desAtte.

Hospitalidad

En tierras esquimales estas cosas no pasan...

martes, julio 12

Una lluvia terrible está por caer


- Oh, ¿dónde has estado, hijo de ojos azules?
¿Dónde has estado, querido pequeño?

- Tropecé por las laderas de doce montañas brumosas,
caminé y me arrastré por seis autopistas retorcidas,
atravesé el centro de siete bosques tristes,
estuve frente a una docena de océanos muertos,
estuve diez mil millas al fondo de una tumba,
y una lluvia terrible
está por caer.

- Oh, ¿qué fue lo que viste, hijo de ojos azules?
¿Qué fue lo que viste, querido pequeño?

- Vi un bebé recién nacido y lobos salvajes alrededor,
vi una autopista de diamantes y nadie sobre ella,
vi un tronco negro con sangre brotándole,
vi un cuarto lleno de hombres con martillos sangrantes,
vi una escalera blanca toda cubierta de agua,
vi diez mil oradores con sus lenguas partidas,
vi revólveres y espadas en manos de nenitos,
y una lluvia terrible
está por caer.

- ¿Y qué fue lo que oíste, hijo de ojos azules?
¿Qué fue lo que oíste, querido pequeño?

- Oí un trueno sonar como una advertencia,
oí el estruendo de una ola que ahogaría al mundo entero,
oí a cien tamborileros con sus manos llameantes,
oí a diez mil susurrando y a nadie escuchando,
oí a alguien muriéndose de hambre y a mucha gente riéndose,
oí la canción de un vate muerto en una cuneta,
oí el sonido de un payaso llorando en el callejón,
y una lluvia terrible
está por caer.

- Oh, ¿a quién te encontraste, hijo de ojos azules?
¿Con quién te encontraste, querido pequeño?

- Me encontré con un nene al lado de un pony muerto,
me encontré a un hombre blanco paseando un perro negro,
encontré una mujer joven, su cuerpo estaba en llamas,
me encontré con una chica que me dio un arco iris,
me encontré con un hombre herido de amor,
me encontré con otro hombre, herido con odio,
y una lluvia terrible
está por caer.

- Oh, ¿qué vas a hacer ahora, hijo de ojos azules?
¿Qué vas a hacer ahora, querido pequeño?

- Me voy a ir bien lejos antes que la lluvia se largue,
caminaré hasta lo profundo del espeso bosque oscuro,
donde la gente es mucha y sus manos están vacías,
donde restos de veneno hacen crecer las aguas,
donde la casa en el valle se une a la prisión hedionda,
donde la cara del verdugo está siempre bien oculta,
donde el hambre es grosero, donde las almas son olvidadas,
donde negro es el color, donde cero es el número,
y lo diré y lo pensaré y lo pronunciaré y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña para que cada alma lo vea,
entonces me pararé sobre el océano hasta empezar a hundirme,
pero sabré bien la canción a la hora de cantar,
y una lluvia terrible,
una lluvia terrible
está por caer.

(Bob Dylan,
A hard rain's a-gonna fall, 1963)

El petróleo y sus derivados siniestros


El amigo Norberto Burni (¿futuro bloguero?) ilumina un suceso reciente que dejó a oscuras y sin palabras al responsable.


El petróleo y sus derivados siniestros

No es casualidad que haya ocurrido la tragedia de Londres en medio de la reunión del G8, o sea de los ocho países más poderosos del planeta que con sus máximos representantes estaban dispuestos a ponerse de acuerdo sobre cuánto girar, de una pequeña parte de sus riquezas, hacia el pavoroso paisaje africano asolado por el hambre, el sida y la miseria máxima.
Un día antes la cotización del barril en el oeste de Texas alcanzaba el pico de 61,28 dólares y justo estallaban las bombas en los subtes y autobuses ingleses. Tony Blair decía con bronca que no nos cambiarán nuestro modo de vida, mientras que Bush no dejaba dudas de que continuará la guerra en Irak, Afganistán, en toda la región y en todo el mundo si hace falta.
El Papa, a su turno por las dudas, incrustaba su marca al atentado calificándolo como antihumano (claro que lo es) y anticristiano, como si se tornara conveniente comenzar a cerrar filas en la conformación de un futuro y posible gran frente antimusulmán. Antes, su antecesor recientemente fallecido en el comienzo de su gestión avizoraba y daba pelea contra otro gran peligro que para él y sus seguidores era el comunismo soviético.
Más allá de los modos de vida que cada nación, pueblo o país ha conseguido conformar con consumos exagerados y apropiaciones legales e ilegales de las riquezas propias y ajenas, muchas veces conseguidas en simétrica relación al crecimiento del hambre, la desnutrición infantil y pauperización de otros millones de congéneres, y además postergando el análisis inútil para averiguar si efectivamente todos los desgraciados muertos y heridos del 7J de Londres fueron cristianos, resulta urgente y conveniente comenzar a bucear un poco más profundamente en el oscuro y turbio mar del petróleo. Se trata de poner luz sobre las relaciones, circunstancias e intereses que subyacen como algunas de las causas de tan semejante y atroz acción terrorista.
Nunca estuvieron más tensas las coordenadas entre la política energética y la política en general, entre el gran poder político y económico que domina al mundo y algunos factores que se relacionan con el insumo crítico por excelencia: la energía.
Mientras los cálculos más optimistas ubican en 30 años las reservas de petróleo, en el conglomerado de los más poderosos países ninguno registra disminuciones en sus consumos energéticos, nadie ahorra o deja de consumir y, para colmo, los aún pequeños grandes gigantes India y China no disimulan su incremento en el gasto y presentan proyecciones que asustan.
La renta petrolera se puede definir como la diferencia entre el costo de producción y el valor de mercado de la unidad de consumo, por lo tanto mientras más sube el valor del barril en los mercados de Londres o de Texas, más se amplía dicha renta.
Los burgueses dueños de las más grandes petroleras, que tienen como representantes a Bush y su compadre Blair, no dejan de juntar utilidades con el destilado de petróleo y comercialización de sus casi infinitos derivados, pero miran, ansían y ya no disimulan el afán para apropiarse de toda la renta petrolera que cada vez es más grande y más importante que la propia utilidad capitalista, y no ceden en su afán por controlar un recurso que no es renovable y está cada vez más escaso. Por eso los aviones no habían dejado de sobrevolar Afganistán e Irak, y Halliburton (la compañía de Dick Cheney, vicepresidente de USA), había penetrado con las tropas y comenzaba con las obras de reconstrucción y operación de yacimientos.
En el otro rincón, los dueños de la tierra, los terratenientes, los que viven y lucran en su condición de rentistas, todos esos señores de turbantes y también con saco y corbata no parecen dispuestos a resignar semejante valor económico y magnitud de poder que se acrecienta en cada día que pasa, como la pobreza en África, cuyos habitantes habían sido convidados a protagonizar en las pantallas y en las tapas de los diarios un momento de atención para seguir un poco menos peor.
Los que perdieron evidentemente son los trabajadores y ciudadanos de a pie que dejaron sus vidas y sus cuerpos en los transportes de Londres. Ellos no podrán ver el inevitable desfile de muchos presuntos culpables en un aceitado y veloz procedimiento investigativo que vendrá. Entretanto, seguramente continuarán sin pausas la producción y consumo incontrolable de los derivados del petróleo, la contaminación del ambiente, y las derivaciones políticas de este enfrentamiento que deja su estela de muerte.

Norberto Burni
Analista de Política Energética

07/07/05

lunes, julio 11

Un souvenir

Algunas recomendaciones de Madre Tierra:

Madre Tierra es nuestro sueño, pero también
el resultado de nuestros esfuerzos. Por ello
les pedimos que cuiden nuestro lugar como si
fuera el de ustedes, y que ante cualquier
inconveniente o necesidad se dirijan a alguno
de nosotros para poder ayudarlos.

Antes de retirarse, la encargada revisará los
dormitorios, de modo que procuren no retirar
del mismo los objetos que forman parte de
Madre Tierra. (Toallas, ceniceros, velas,
adornos)

Los sahumerios y velas proporcionados para
lograr un ambiente agradable, deben ser
utilizados en los lugares aptos para ellos.

Las toallas no deben retirarse de nuestras
instalaciones.

Si sale de paseo, puede pedirnos alguna
bolsita para los residuos y después dejarlos
aquí, que tendrán su correcto destino.

El horario de desayuno es de 8.30 a 10.30 hs.
Si han abandonado el reloj para descansar, lo
que nos parece muy bien, nos avisan para que
nos encarguemos de despertarlos a horario para
tomar un buen café y comer un rico pan casero.

Deténgase a disfrutar. Cuide los lugares
verdes. Mire por las noches las estrellas, que
son los soles de otros seres. Mantenga la
limpieza de los ríos. Y así tendremos la
certeza que seguirá existiendo un lugar en el
mundo, donde las cosas son como tienen que
ser.

Muchas gracias.

(Hallado en mesa de luz, habitación 4, Hostería Madre Tierra, San Marcos Sierras, Polo Energético Uritorco, Vía Láctea, Universo, boca de Mrs. Pacman)

Madre Tierra,
más mentira que verdad.
Solamente
es una idea de mi mente,
un recuerdo
para olvidar.
Robi Draco Rosa

viernes, julio 8

Influencia



Hannah: Grady, usted en las clases se la pasa diciendo que los escritores realizan elecciones, ¿no es cierto?
Grady: Sí.
Hannah: Y aunque su libro es hermoso, es decir, asombrosamente hermoso... a veces es medio como... muy detallista, ¿me entiende?, con todas esas genealogías de los caballos de los personajes, y sus pruebas dentales, y todo eso. Y... no sé, puede que me equivoque, pero en algunos pasajes da la sensación de que usted no realizó ninguna elección. Ni una, ¿eh? Y aparte me estuve preguntando qué tan distinto habría sido si... si al escribirlo usted hubiera estado todo el tiempo, eh... bajo influencia.
Grady: Bueno... gracias por la observación, pero por muy chocante que esto te suene, yo no soy el primer escritor en fumar algo de hierba. Por otra parte, quizás te sorprenda saber que un libro que yo escribí "bajo influencia", como decís, ha resultado ganador de algo llamado Pen Award. Que dicho sea de paso, acepté bajo influencia.

Wonder Boys
(Curtis Hanson, 2000)

jueves, julio 7

Write Show

En un blog pueden tratarse asuntos de interés casi nulo para el grueso de la población. Uno de ellos es la constatación de que el riquísimo producto Danette, una vez lanzado al mercado y aceptado masivamente, trae menos contenido que en su versión original. Otro, sobre el que paso a hacer algunos apuntes, son los escritores. Más exactamente, para reducir geométricamente la relevancia del asunto: las polémicas entre escritores.
Salvando raras excepciones de un lado y del otro, los escritores en las polémicas tienen algo en común con los escritores en las películas (no digamos en la tele, si no más de uno recordaría aquel ridículo personaje de Manuel Callau en Gasoleros y el tema perdería desinterés masivo): el acento sobre sus personalidades más o menos excéntricas.
Un escritor de película suele ser más o menos brutalmente honesto, irresponsable, ácido, cínico, descuidado con esposa e hijos, borrachín, entre otros rasgos estereotípicos. Y como la "realidad" suele construirse en base a mitos, la commedia mediática de los escritores también impone sus ¿divertidos? personajes: el racional, el académico, el niño terrible, el vanguardista, el tirabombas, el viejito piola, el viejito gruñón, el periodista, el crítico, el premiado, el no premiado y otros, todos compitiendo con sus respectivas fórmulas de cómo debe ser la literatura.
El escritor de película suele tener su escena en la que desparrama frases supuestamente lúcidas sobre temas importantazos, tomadas a lo mejor de su propia obra. Salvo cuando la película es demasiado mala, esas escenas terminan siendo las más espantosas de todo el metraje. Es que la obra del escritor, dentro de la ficción fílmica, no funciona más que como otra piecita de las tantas que forman la trama. Claro que si esas citas o declaraciones plantean algún tipo de diagnóstico sobre la supuesta "temática" de esa ficción, el film tiene grandes chances de pasar por "inteligente". Supongo que los más intuitivos productores están muy al tanto de eso.

Con las polémicas de escritores ocurre algo parecido: parecen inteligentes, pero en buena medida no son más que bodrio bruto y barato. Los literatos-gallitos revolean sus espolones en procura de un botín no muy claro, y en el fragor no faltan maniobras de lo más rastreras. La popu, medio llena y medio vacía con escritores y no escritores, aúlla y putea enloquecida.

Todo al repedo; como si los libros no hablaran por sí solos... "Pero hay que difundirlos", se me dirá. Sí, bueno... sobre todo hay que escribirlos. En esas riñas, como en las películas, me parece que los libros están entre lo menos importante.

Tripa gorda

- ¡Quivadesmaiá! -dijo una vocecita aguda en el pensamiento.
Después, al leerlo, algo se me frunció además del ceño.

miércoles, julio 6

Las cosas

Las cosas tienen
peso, masa, volumen,
tamaño, tiempo, forma, color,
posición,
textura, duración,
densidad, olor, valor,
consistencia,
profundidad,
contorno,
temperatura, función,
apariencia,
peso, destino, edad,
sentido.

Las cosas no tienen paz.

Arnaldo Antunes
(São Paulo, 1960)

martes, julio 5

¡Te invito a mi fiestita!


Sí, ya sé que faltan más de dos meses... ¡pero no se cumplen 50 todos los días!
Te espero el próximo 16 de septiembre, en Avda. Revolución Libertadora al 55, Bo. 20 de Junio, Córdoba.
¿No te ubicás? ¡Es fácil! A mitad de camino entre Tropezón y Ruta 20; en realidad no tiene numeración, ¡pero le chanté la que yo quise!
¡Si sos de los míos, no faltes!

viernes, julio 1

Villanizaciones



Abundan villanos notables en mi memoria, especialmente del cine. Ejemplos al voleo: Hans Gruber en Duro de matar, Lex Luthor en Superman, el Reverendo Harry Powell en La noche del cazador. También de las letras, como los infames borgeanos, o Yago, el oscuro ladero de Otelo. Y la tele también tiene los suyos, especialmente en las series: la galería de malos de Batman, el incansable periodista McGee de El increíble Hulk. Y si bien me encantaría extenderme sobre este fascinante mundo, lo dejo para otro día porque de lo que quiero hablar no es de villanos, sino de "villanizaciones".

¿A qué llamo villanización?
Así como ciertas ficciones precisan de villanos, a ciertas construcciones ficcionales de "lo real" les corresponden "villanizados". La prensa, con su conocido formateo de noticias a partir de fórmulas (el policial, la catástrofe, el melodrama), suele oficiar como el más efectivo villanizador. Reparemos, por ejemplo, en el caso de Omar Chabán. De él, en los últimos meses, se ha mostrado una y otra vez imágenes de performances teatreras: Chabán hablando y gesticulando detrás de unas rejas; Chabán con una nariz larga, como de oso hormiguero. Un loco que se nos mofa desde la prisión, cual Dr. Lecter. Un payaso asesino, cual Robert "Arlequín" Powell.
En Córdoba tuvimos hace poco un resonante villanizado: El Violador Serial, que se pegó un tiro unos pocos días antes del "ataque" chabanesco. "¡No te matés!", dicen que antes del disparo le gritó uno de los canas que lo acorralaban.
En aquel momento hacía unas pocas horas que se lo conocía como Marcelo Mario Sajen, pero ya contaba con una larga trayectoria bajo su mote más contundente, más atractivo, más ganchero.
También su aspecto había mutado, cual Falsafaz. Según la imagen difundida ese día por el mismísimo Sota (aquí el canalla será llamado siempre por su apellido verdadero, no el que inventó para darse alcurnia, con preposición y artículo), EVS había pasado a ser un turcazo cordobés grandote, con camiseta blanca de Air Canada, calvicie incipiente y ojos saltones mirando a cámara.
Habiendo vivido a cuadras de la casa "oficial" de Sajen entre el '81 y el '95, tengo la sensación de haber visto esa cara por las calles de mi barrio. Pero el rostro que no dejo de ver, con más o menos variaciones, desde que era así de chiquitito, es el de la encarnación anterior de EVS.

El famoso identi-kit del "individuo de cabeza redonda y rasgos norteños, de entre 1.65 y 1.75 de altura y cabello negro y corto", ése que editó la Policía de Córdoba a partir de datos aportados por las víctimas, y que distribuyó la prensa, y que se exhibió en kioscos, verdulerías, boutiques, gimnasios, farmacias, cybers, bares, academias, etc., especialmente en la zona de Nueva Córdoba, el barrio preferido por EVS para sus ataques, ese retrato, me recuerda: a un entrenador de baby-fútbol de mi infancia, a un celador que tuve en la secundaria, al guardia de seguridad de la cuadra donde trabajo... a cientos, a miles de tipos. Porque Córdoba, como gran urbe mediterránea que es, recibió y recibe gente del norte, de las regiones andinas, personas que vienen a buscarse una vida acá como laburantes, estudiantes o lo que sea. De hecho, cuenta la leyenda que el fundador de esta ciudad llegó del norte con una comitiva de cincuenta coterráneos y no sé cuántos miles de indios y negros.

(Descendientes de éstos ya no quedan; de no ser así, ¿cómo sería el identi-kit?)

Quiero decir, entonces, que esa cara del identi-kit puede verse a diario en las calles de esta ciudad. Hay, por ejemplo, un verdulero del barrio San Vicente que es de lo más igualito al dibujo que se puede encontrar. Resulta que una mañana de mediados del 2004, una de las víctimas de EVS lo vio caminando por una plaza y lo hizo encanar, convencida de que era él, era él, era él. 40 días en naca se comió el verdulero, hasta que el ADN dio negativo, lo largaron, y al final la mafia sotoide paró la bronca judicial dándole un puestito de empleado público.
Y como ese verdulero, hubo unos cuantos más.

Sajen se dedicaba al negocio de los autos choreados, en el que es difícil prosperar sin contactos policiales. Al parecer, pisaba fuerte en su cuadra. Los testimonios de sus vecinos revelan el respeto que le tenían. No creían ni querían creer, por aquellos días de su persecución final, que el serial era él. Hoy día no deben faltar los que siguen negándose a creerlo. "Marcelo era un muchacho tranquilo , callado, tímido -contaba una vecina-. No molestaba a nadie, acá todos lo queríamos. Eso sí -agregó, pícara-, qué hacía él de noche, yo no sé".
Sajen tenía una mujer "oficial", yo diría que bastante linda, otra tapada, y cerca de ocho hijos sumando las dos familias. Ya había purgado condena por violación unos quince años atrás, por un hecho sucedido en Pilar, un pueblo distante 60 kilómetros de Córdoba donde había residido. Hasta el día de hoy se le han comprobado 94 ataques en Córdoba, y siguen saliendo pruebas positivas de ADN. Puedo imaginármelo, mientras se difundía el retrato del "norteño", diciéndose para sí mismo las palabras que les escuché decir más de una vez a un par de cacos que conocí: "A mí los botones me chupan la pija".

¿Saben qué? Menos mal que Sajen no le hizo caso al cana y se pegó el tiro. Si no, tendríamos que ver escenas patéticas como las de los familiares de víctimas de Cromañón frente a los domicilios de Chabán, sólo que a las puertas de juzgados y cárceles cordobesas. Ahí estarían, azuzadas por prensa, políticos y ciudadanía, las desdichadas víctimas del sátiro echando leña al insoportable fuego de sus memorias atormentadas. El grupo que ellas y sus amigas formaron se llama "Podemos hacer algo". ¿Qué? La misma indeterminación de la consigna se presta a que sociópatas más solapados pero no menos peligrosos que Marcelo Mario Sajen sigan aprovechándose de ellas. Las chicas piden Justicia. También Seguridad, para que hechos tan aberrantes no vuelvan a suceder. Lamento comunicarles que si Justicia significa Cárcel, en las condiciones vigentes y con todo lo que ello implica en el caso de un violador, seguirán sucediendo tales hechos. Cada vez más, dentro y fuera de las jaulas.

Y hasta acá llego, una náusea me ahoga...

Control de cárter

Parafraseando a una pariente del querido Edward Norton,
"la frecuencia con que un o una blogger escribe cosas altamente personales está positiva y significativamente correlacionada" con la frecuencia con que sus posts enchastran el camino con unos chorrazos de aceite que ni te cuento.