miércoles, marzo 21

¡Libertad al Ale Sanz, che!

En mi caso, más que cárcel, su música es una cámara de torturas medieval.

La Voz del Interior
A los no demasiados que puedan interesarse en el tema concursos literarios y alrededores (bastante en boga últimamente por tristes affaires como el Piglia y el Di Nucci), los linkeo hacia esta “vieja” entrada de Tortiluchas. En los comentarios, los amigos Gaiteri y Carbonell conversan un poco al respecto. Ya que me pareció interesante el contrapunto, creo que bien vale acercarle algún que otro lector-¿comentarista? desde acá.