martes, julio 19

Taller Literario Zimmer. Hoy: Charly García













La reciente convocatoria de Beto Zimmermanni empezó a dar frutos. ¡Y cómo!
De bien que estaba el literato en su mesa del Royal con ventana a Cabrera (bah, tampoco tan bien: con el vaso vacío y sin un mango), vio estacionarse de pronto una limusina blanca. Al bajarse el vidrio polarizado de la ventanilla trasera, la castigada dentadura de Charly García sonreía a Beto desde debajo del célebre bigote.
- ¡Sos vos, man! -lo reconoció antes de bajarse del auto y entrar al bar. Los parroquianos lo vieron entrar con cara de desconcierto. "¿Y éste quién es?", se preguntaban las miradas. "Parece alguien que salió en la tele", aventuró una de ellas, la del encargado del mostrador.
Se comprende la extrañeza: si hubieran entrado los fantasmas de Sosa, Rivero o Goyeneche, habrían sido acogidos con calidez. Pero este flaco descalzo (¡con este frío!), con las 20 uñas pintadas, y vaquero y musculosa todos rotos, lo único que comparte con la gente del bar, a lo sumo es el reviente.

(- Y hasta por ahí nomás -reflexionaría Beto más tarde- Vos vistes, hay revientes y revientes...)

Charly se sentó a la mesa de Beto, y pidió vodka con naranja más otra medida de Llave para el tallerista. No le gustó mucho a la estrella que le trajeran Nikov con Tico Tico. El mozo, con la mirada, le preguntó: "¿Algún problema?", y como una cosa es un periodista de rock y otra un mozo de bar viejo, Charly se fue bien al mazo.
- Beto -le dijo al tallerista-, ¿qué tenés para mí?
- Bueno, García... A Sui Generis lo vamos a pasar por alto, ¿ah? No vaya a ser que se te ocurra otra reunión.
- Qué pasó, qué pasó, vamos áhi...
- Es así, Charly, son mis reglas de juego.
- Bué...
- A La Máquina la escuché poco. Cómo mata el viento Norte... Ta bien, linda lírica hippie, joya...
- Ah, sí, en aquel tiempo tuve un amor y también mucho más...
- Pero yo no estoy acá para dorarte la píldora, así que...
- Pegue Zimmer, pegue que me la aguanto.
- A ver... A riesgo de que reúnas Serú...
- Me reconocerás que no sería tan grave como una de Sui.
- Puede ser... Bueno, a lo mío, ¿sí?
- OK.
- Seminare.
- Sí, ¿qué pasa? Es copada, ¿o no? La sigo haciendo, me la piden.
- Sí, sí, lindo tema de amor, hippie también, anti-motoquero... pero ¿qué es eso de "nena nadie te va a hacer mal, excepto amarte"?
- Y... es eso, ¿qué?
- No te hagás el boludo que ya te escuché en un festival tratando de arreglar el moco. ¿Cómo es? ¿Si la llegás a amar a la nena le hacés mal?
- Bueno Zimmer, ya estuvo... Qué sé yo... Estaba recontrapuesto en Búzios, los versos salieron solos... Podría ser peor...
- Eso no me arregla a mí.
- Bueno, che, momento, no me comparés con otros, tampoco... Además un poco es así, ¿o no? ¿No hiciste mierda minas con tu amor, acaso, vos?
- Ponele, García... Pero el eje de la canción no es ése, vamos...
- Say no more, Zimmer, please...
- ¡Ah, ya que estamos! ¡Haceme el favor, muchacho! ¡Cortala con la huevada ésa! ¡Ya hartás!
- ¡Por qué! ¡Es genial! ¡Si te fijás, tiene siete significados! Uno:...
- Con todo respeto, Charly: perdetelós en el orrrto.
- Uh, man, no me bardiés...
- Esos jueguitos vanguardistas ya tienen como cien años, querido... Y lo del brazalete...
- ¡El rock es eso también, Zimmer!
- ¡Pero cortala!, ¡cambiá de canal!
- Y bueno...
- Y bueno nada, García... Un poco de estupidez en el rock no viene mal, pero no abusemos tampoco... Me acuerdo una vez en Atenas, que cantaste con Aznar una garcha que se llamaba López Rega tiene sida. Todo bien, me cagué de risa, pero fue el momento. Ahora, que la edités y quede para la historia, como hiciste con ese Rap de las hormigas, por ejemplo...
- ¿Qué...? ¡Qué pasa con el rap!
- "Y la heladera no funciona porque la misma es a gas", uf... ¿qué es eso? ¡Y el chivo de Raid!... ¡Te tomaste una bolsa con los Paralamas y se apuraron a grabarlo! ¡Y después se ve que la seguiste, porque te dio la cara y lo editaste! No, Charly, no es así, no es así... Mejor hubieras hecho regalándoselo a los GIT...
- Vos sos muy cerrado, Zimmer... Aparte es un tema viejo...
- Bueno, que soy cerrado puede ser. ¿Pero no decís vos que el que no tiene memoria es una Barbie?
- ¿Yo dije eso?... Bueno Zimmer, ta bien, say no... digo, eh... basta.
- Listo, Charly, listo. Hasta acá llegamos.
- Y hablando de Paralamas, ¿qué tal una vueltita en la limo conmigo?
- No, papi, te agradezco. Pagá la cuenta y andá, nomás.
- ¿Eh, qué pasó, Zimmer?
- Nada, estoy grande, esas historias para mí ya fueron... Ah, antes que se me olvide: te felicito por tu obra en general.
- Mató, Beto, gracias. Un honor.

Así llegó a su fin la primera sesión del taller literario para rockeros de Beto Zimmermanni. Un arranque de lujo que, por suerte, terminó sellado con un abrazo entre Beto y Charly. Esperamos que los próximos encuentros sean igual de fraternos, pero no nos hacemos muchas ilusiones...