viernes, diciembre 30

Epígrafes Alternativos VIII

"Con el chiflete que larga el aire condicionao... ¡ni empedo descruzo los brazos!", habría afirmado el ex talentoso ayudabase.
La Voz del Interior

Películas del 2005

La gente de El Amante Cine organizó su encuesta anual con lo mejor y lo peor del año. Ésta es mi humilde lista:


Las 10 mejores:
Charlie y la fábrica de chocolate (Tim Burton)
Géminis (Albertina Carri)
Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll)
El hijo de Chucky (Don Mancini)
Vida en pareja (François Ozon)
Kung Fusion (Stephen Chow)
Entre copas (Alexander Payne) Habana Blues (Benito Zambrano)
Un Santa no tan santo (Terry Zwigoff)
El hombre del bosque (Nicole Kassell)


La peor:
Espanglish (James L. Brooks)

jueves, diciembre 29

La nueva generación norteamericana


“Como nación, sufrimos de una enfermedad caracterizada por la atrofia de la voluntad, por la hipertrofia del ego y la distrofia de la musculatura intelectual”. Así resume H. H. Remmers los resultados de diecisiete años de encuestas realizadas entre la población juvenil de los Estados Unidos. Como en este país la mayoría de los adolescentes estudia en el colegio secundario, las encuestas se hicieron en los colegios, con grupos de 3.000 estudiantes elegidos de tal modo que representasen todas las clases sociales, rurales y urbanas.
Las preguntas de Remmers eran claras y obligaban al estudiante a dar una respuesta precisa: “sí”, “no”, o bien “no sé”. Basta una lectura superficial para darse cuenta de que no todos los componentes de la nueva generación norteamericana han comprendido bien los postulados fundamentales de la democracia moderna; esto es, que abandonados a sí mismos no sabrían hacer gran cosa para defender los principios básicos de su Constitución, los tradicionales derechos del hombre y el libre juego político de las instituciones. Para muchos, éste es un resultado más bien deprimente.
Efectivamente, el 60 por ciento de los jóvenes aprueban en los cuestionarios la censura de los libros, revistas, diarios, radio y televisión. El 58 por ciento quisiera que la policía hiciera uso, si es necesario, de la tortura y el espionaje telefónico, y una buena parte de los interrogados considera conveniente que aquellos que no quieren testimoniar contra sí mismos sean obligados a hacerlo bajo pena de una grave condena. Al menos la mitad de los estudiantes admite que no todos podemos saber cuál es el tipo de vida que nos conviene: por lo tanto es preciso que la regla de vida más apropiada nos sea impuesta por las autoridades. El 75 por ciento, o sea, las tres cuartas partes de la población juvenil, cree que las virtudes primarias que deben enseñarse a los niños son, justamente, la obediencia y el respeto a las autoridades.
Cuando se consideran estas estadísticas hay que tener en cuenta que el porcentaje restante está dividido entre los que piensan distinto y los que no tienen todavía una opinión formada; y estos últimos a veces son numerosos. Por ejemplo, en el caso de la tortura; si bien los que la aprueban representan el 58 por ciento, los que no saben qué pensar al respecto suman el 15 por ciento; por lo tanto, los jóvenes que explícitamente la desaprueban constituyen apenas un 27 por ciento, porcentaje más bien insuficiente. Por poco que uno se detenga en estas cifras, advierte su importancia: hablan acerca de que los futuros gobiernos de los Estados Unidos serán elegidos por una población de la que
solamente el 27 por ciento desaprueba abiertamente la tortura policial.
Otro resultado de la encuesta de Remmers es la sorprendente importancia que los jóvenes norteamericanos atribuyen a la opinión de los demás, al juicio positivo o negativo de la sociedad, a la aprobación y la aceptación del grupo. En primer lugar, la mayoría de estos adolescentes desearía “gustarle más a la gente”, mejorar su propio aspecto físico, tener muchos amigos, éxito en la sociedad y complacer a los amigos en todo. Ni siquiera llegan a la mitad aquellos que afirman actuar según una decisión propia; ni siquiera llegan al 25 por ciento los que sienten estar a veces en desacuerdo con la opinión del grupo al que pertenecen; ni siquiera llegan al 18 por ciento los que no comparten totalmente los gustos de sus amigos. En cambio son muchos los que sostienen que la peor desgracia para una persona es ser “distinto” a la norma general. Las tres cuartas partes de la población escolar piensan que lo más importante que se pueda enseñar en el colegio es: “cómo comportarse con los demás”; sólo el 14 por ciento cree que la educación académica que se imparte tiene más valor que la que podría llamarse “educación social”.
Entre los universitarios, el 51 por ciento considera que para ser bien visto por los demás es mejor sacar buenas notas en los exámenes; el 72 por ciento piensa que la principal finalidad de la educación debería consistir en la formación de una personalidad sólida, y que junto a esto el estudio académico debería ocupar un lugar bastante secundario. Como demostración práctica de este desprecio por la preparación científica hay que hacer notar que el 40 por ciento de los estudiantes secundarios cree que la Tierra es el centro del universo, y que la circunferencia del globo mide 200.000 kilómetros (en lugar de 40.000).


(De J. R. Wilcock, Hechos inquietantes, 1960.)

miércoles, diciembre 28

No se confundan

A un año del suicidio del "violador serial", las integrantes del grupo Podemos Hacer Algo "señalaron, al diario La Voz del Interior, que a lo largo de este año la seguridad 'ha empeorado', por lo que entienden que 'están dadas las condiciones' para que surja un nuevo serial 'igual o peor que Sajen'".


Chicas: esas condiciones están dadas con o sin eso que ustedes llaman "seguridad"...

Calculín

José Sota fue operado anoche y dado de alta hace instantes. Contento y en bata, explicó a la prensa que “la formación de este tipo de cálculos se debe muchas veces a la mala conducta de uno”.
La miel y el cuchillo movió sus contactos en el Hospital Córdoba, y logró una primicia que ni Crónica, vea...
Aquí está, éste es, el cálculo del gobernador.


Amigos músicos



Mur stickista, Madrid.








Karina, Hyperstatic, Córdoba.





Mur bajista, The Fritos Blues Connection, Madrid.







Juan, Antigua Guatemala.

martes, diciembre 27

¿Quién te creés que sos? ¿Keith Jarrett?


–¿Cómo hacés para despojarte de la expectativa?
–(Silencio) Ufff... Es medio raro en la música. Es decir, podés improvisar en una zapada y ahí fluís. Como lo hace cualquiera que se pone a escribir y quizás encuentra el retazo de un motivo. En la música es más complejo porque es la ultra síntesis: son como retazos de la estructura de un pensamiento que en conjunto con otro retazo provoca un conducto casi emocional de las cosas. Pero no se construye de una forma racional, uno lo va abordando en la búsqueda, sin la desesperación de querer concretarlo. Sé que no es un sistema muy claro, pero es uno de los más reales sistemas de composición que existen. Por la búsqueda,
Anoche provoca una sorpresa y eso le da un fervor especial. Es como si se jugase por algo por lo que sólo se juega ese disco y no los de los otros músicos, aunque no creo que sea así.

(Del paisano de Babasonia A. Dárgelos a Página/12, en ocasión de ganar la encuesta 2005 con su disco Anoche.)


Qué cosa insoportable los rockeros agrandados, ¿no? Este otro se manda tremebunda sanata nomás para decir que el disco les salió zapando. Me da el mismo broncón que cuando los Soda Stereo sacaban discos nuevos, y los explicaban como si se hubiera tratado de algo más complejo que un mercachifloide puñado de canciones pop más o menos lindas.

Agrego, de paso, que la explicación no hacía falta: se nota que el disco fue zapado, virtudes y defectos lo revelan si se lo escucha. Y esas letras malditillas ya medio que hartan... Pero en fin, de eso se ocupará tarde o temprano don Zimmermanni.

Epígrafes Alternativos VII

Messi hace jueguitos, luego de recibir una plaqueta y un recordatorio de manos del director periodístico, Carlos Jornet.
"Eeeso, hacé jueguito. Y jugá bien en el mundial o te hacemos palanca en el orto con la plaqueta, ¿entendiste pendejo?".

Olga Riutort, con los tapones de punta contra el delasotismo.
Algo así como una pelota dividida entre Di Canio y Ameli.


La Voz del Interior

lunes, diciembre 26

Día de los grones


Y se abrirá todo el cielo,
no será un día normal.
Después de todo,
todo llega siempre de algún modo,
las profecías se dan.

Apocalipsis de abajo,
un maremoto de amor,
fiesta en la calle,
un orgasmo que nunca se acabe,
día de resurrección.

Negro animal de trabajo,
clama la luna por vos.
Hijo cansado,
te observamos pero no te amamos,
cargas con todo el dolor.

Gente de todos los lados,
vientos amigos de Dios,
carguen sus armas,
aunque sea cárguenlas de ganas,
y tírenle al cielo su amor.

Y será,
y será un fuego,
un pantallazo,
un rayo de luz conmovedor,
una tormenta,
una música infinita.


(Fito Páez, 1985)


El niño y la geopolítica

- ¡Tengo una idea!
- ¿Ah?
- ¡Juguemos al T.E.G. pero con dos mundos!

jueves, diciembre 22

diciembre y después

una carquejita para la máquina cansada
de desear felicidades

miércoles, diciembre 21

Doblar es analfabetizar

(Por Roger Alan Koza)

La cita a continuación es compleja, aunque fundamentará una tesis concisa que no requiere ningún argumento cómplice en consonancia con una teoría general del signo. El enunciado habría de leerse así: doblar, dejar de subtitular películas, es analfabetizar.
La cita: “El cine en su totalidad vale tanto como los circuitos cerebrales que consigue instaurar, precisamente gracias a que la imagen está en movimiento… Sobre este asunto, el problema fundamental atañe a la riqueza, a la complejidad y a la textura de estos dispositivos, conexiones, disyunciones, circuitos y cortocircuitos. La mayor parte de la producción cinematográfica, con su violencia arbitraria y su erotismo blando, revela una deficiencia del cerebelo, en lugar de invención de nuevos circuitos cerebrales”. Las afirmaciones pertenecen a Gilles Deleuze, filósofo, cuya hija Emile, es cineasta.
¿Neurobiología aplicada al cine? Por ahora algo más simple: señalar una tendencia en el modo que se experimenta el cine, delimitar respecto a ello un problema que afecta a la literatura, y, por añadidura, rotar y convertir el análisis de una práctica cultural menor, el doblaje, en una disputa política que involucra la libertad de pensamiento.
Hoy se celebra un nuevo mito: la adaptación cinematográfica de cierta literatura que incentiva a la lectura. Sí, el cine es literatura por otros medios; sí, el cine es cultura, no mero entretenimiento. En efecto, la generación Potter parece haber encontrado el pasadizo que lleva de la sala oscura a las páginas de un libro. La histeria colectiva por ver las aventuras paganas y aristocráticas de Potter en la pantalla grande, y quizás leerlo después, merece un comentario, tal vez un estudio a mediano plazo: ¿cuántos niños y adolescentes, tras ver un Potter en cine, se compran el libro y lo leen? El film cuesta menos dinero y lleva menos tiempo, variables de ajuste más que determinantes. Sin embargo, el fenómeno aquí implicado es otro, trasciende el trillado malestar conservador de “los chicos no leen”. Lo que está en juego es el desarrollo de una actitud perceptiva y un cerebro despierto.
Curiosa paradoja: la clientela de Potter, esa imaginaria comunidad de lectores púberes, elige su versión doblada en vez de subtitulada, disyunción entre la lectura de la imagen y el texto que viene impresa en ella, ruptura operacional entre el hábito de leer y ver. En verdad, se trata del triunfo de una cultura ágrafa que prescinde del texto para interpretar el mundo, una cultura clip y digital que se impone, lentamente, sobre una tradición enraizada en el texto, cuyos hombres y mujeres, ya pretéritos, pertenecen aún a una galaxia simbólica en vías de superación denominada Gutemberg; son hijos de la vieja era de la imprenta. En otras palabras, el fenómeno Potter (junto a Tolkien y sus anillos, y muy pronto también el mega evento evangélico de las crónicas de Narnia, inspirado en la obra de Lewis) es más bien un simulacro de literatura, cuya constatación inmediata es la predilección de su supuesto público lector por el doblaje. Y, ¿qué ocurre con el comportamiento cognitivo? El tipo de exigencia que implica la lectura de un subtítulo en sincronía con el trabajo de decodificación de las imágenes, además de la interpretación simultánea de aquello que se ve, queda abolido. Deleuze diría, supongo, que se resienten circuitos del cerebro, aquellos que pueden fortalecer la conciencia crítica, es decir nutrir y movilizar regiones de nuestro pensamiento. De más está decir que el problema excede al subtitulado, pues el tipo de narración cinematográfica (hollywoodense), la lógica audiovisual dominante, en su naturalización efectiva cristaliza la percepción, y, por consiguiente, también delimita una conducta cognitiva. En este sentido, una película de Kiarostami, de Tarr, de Weerasethakul, de Sokurov, no solo necesitarían del lógico subtitulado, sino que haría falta un hipotético subtitulado suplementario en el que el espectador hollywoodizado pudiera traducir un estilo narrativo y un tipo de composición estética inconmensurable respecto del lenguaje de Jackson, Spielberg y Lucas. De lo contrario, la reacción típica y acrítica es denostar y execrar tales obras como oscuras, incomprensibles, lentas y aburridas, categorías que detienen una actitud de aprendizaje.
Es cierto que el doblaje suministra empleo a una cantidad de actores no consagrados que encuentran en esta modalidad cierta viabilidad para su profesión. También es verdad que la democratización del DVD como formato ha tenido un efecto positivo respecto del subtitulado en algunos países en donde la tradición del doblaje era incuestionable. No obstante, ni el desempleo disminuye por ello, ni el DVD con sus múltiples opciones lingüísticas garantizan la elección por el subtítulo. Y no se debe olvidar, además, que el sonido original de una película y la voz natural de sus intérpretes son partes constitutivas de una ontología de la imagen, elementos de una realidad registrada.
Por alguna misteriosa razón, poco inocente por cierto, se acepta ver a un actor estadounidense hablando en castellano. Nótese cuán distinta es la experiencia, por ejemplo, de ver una película japonesa doblada al español. Imagínese a Takeshi Kitano profiriendo vocablos como coño, fierita, tío. El rechazo se explica porque vemos a un japonés como un verdadero otro; en cambio, un estadounidense hablando en español se lo recepciona como a uno de nosotros. Un dato ideológico no exento de importancia y muy revelador.
Doblar es analfabetizar. Doblar es debilitar nuestra habilidad de combinar signos con imágenes. El doblaje como demagogia encubierta en la que se supone a un público bruto, poco instruido, incapaz de acceder al cine, quitándole la oportunidad de realizar un esfuerzo edificante que resguarda, indirectamente, el acto de leer. El doblaje como operación política destinada a homologar la alteridad del sonido y las lenguas en un ficticio lenguaje nacional. El doblaje como ejercicio discreto pero eficaz de nivelar hacia abajo la tonicidad cognitiva. Ver cine doblado al español es como desconocer el placer del sexo sin condón.

Copyleft 2000-2005
Roger Alan Koza /Con los ojos abiertos
Todos los derechos reservados

martes, diciembre 20

Niño deductivo

- Debe salir caro hacer un cartel, ¿nocierto?
- Ni idea, ¿por?
- Porque los ratas en vez de poner “lava autos”, ponen “lavautos”.

lunes, diciembre 19

No fun


Hace algunos años la cosa era parecida pero con Menem: ja, ja, ja, que el riojanito esto, el riojanito lo otro, ja, ja, ja, qué boludo, qué bruto, ja...
Ahora resulta que el boludo, el bruto, vendría a ser W. Bush. Y la punta de lanza sigue siendo Página/12, que hace unas semanas sacó con su edición dominical un tal "libro bobo" del quetejedi.
Nosotros nos les reímos, ellos nos dejan el ojete como un florero.
Ja, ja, ja...

jueves, diciembre 15

Taller Literario Zimmer. Hoy: Ciro de Attaque














Recorría Beto Zimmermanni cansinamente las calles de Alta Córdoba, volviendo del Royal a la casa de su ex suegro, cuando de pronto levantó la vista y un disparo de luz le dio de lleno en los ojos. Sumido desde hacía un par de horas en densos sopores etílicos, Zimmer sintió una corriente helada por sus venas. En medio del desvanecimiento alcanzó a advertir que el resplandor provenía de un auto que pasaba a toda velocidad, y del que alguien arrojaba un bulto. Se terminó de desmayar luego de oír la sirena de un patrullero.
Al rato, el tallerista despertó bastante más fresco. Se acercó a levantar el bulto que habían tirado, un viejo bolso Sportlandia con el cierre roto y un paquete adentro. Decidió llevárselo a la casa.
- ¡Falopa! ¡Falopittta! ¡Un loki! ¡Salvé el verano! –exclamó el veterano tallerista tras chuparse la punta empolvada de un dedo y constatar el amargor exacto, la medida justa. El prolongado entumecimiento en la boca lo terminó de convencer.
Al otro día ubicó un antiguo contacto, y de pronto se había hecho de un buen puñado de luquitas.
Con este nuevo panorama Zimmer cambió de vida, pero claro, tratando de no ser tan abuso. Mudó sus cosas a una pensión de la calle Bedoya, a la vuelta del Royal, y a la más mínima pregunta, respondía con las palabras mágicas: “Nada: cobré un juicio viejo”.

Arrellanado en su silla frente a la ventana, satisfecho de este Golpe de Suerte del Manyín, Beto vio llegar a un nuevo alumno del taller literario.
- ¿Cómo van tus cosas, Zimmer? –lo saludó el muchacho con remera de Ramones.
- No me quejo. Te tengo de algún lado, ¿puede ser?
- Puede ser, claro. Ciro de Attaque, ¿le suena?
- ¡Pero estimado amigo! ¡Gusto de conocerlo!
- Ah, qué bien. No esperaba este recibimiento.
- No es para menos, muchacho. Cómo olvidar aquellas canciones del disco Dulce Navidad. Edda Bustamante, Gil, Fábrica, de Legiao Urbana... Un disco de covers bastante bueno...
- ¡Eh, Zimmer, no se olvide lo más nuevo!
- ¿Lo más nuevo qué?
- Beatle, Arrancacorazones, qué sé yo, las que pasan en la radio...
- Ugggh...
- ¿Qué pasa? ¿Te sentís mal?
- Una náusea... Hay cosas demasiado horribles en la vida, Pertusi... Prefiero hacer de cuenta que no existen...
- ¿Vos me querés decir que mis canciones nuevas te dan asco?
- Se lo digo en chino mandarín si no le quedó claro, manejo bien el idioma...
- No, no, está bien. Mejor me voy, ¿sí?
- Sí, Pertusi, mejor. Estoy en un buen momento, pero usted trajo a mi mente un mundo de dolor que creía haber dejado atrás.
- En fin, chau.
- Chau, chau, feliz gira por la costa... ¡Gervasio!
- ¿Qué será, Beto?
- Ginebra, qué va a ser.
- ¿Medida?
- Cuadrada de litro, directamente. Sin abrir.
- Eh, ¿qué pasó?
- Mirá: así como hay un Elvis antes y otro después de la colimba, hay un Attaque antes y otro después de aquel programa de Pergolini.
- No entiendo un pomo.
- Nada, Gervasio, nada. Andá traeme el escabio que no aguanto más...

miércoles, diciembre 14

¿Sabían que...

... esa canción de un neo-David Gray llamado James Blunt, la que repite constantemente “you’re beautiful” y no es fea para nada, pero ya harta, tiene unas notas de guitarra muy parecidas a la melodía del piano en los títulos finales de El Increíble Hulk, cuando David Banner iba haciendo dedo una y otra vez con su bolsito por la carretera, escapando del también hartante periodista McGee?


... además de ser el nombre de la ciudad-luz de la música country, donde River Phoenix y Sandra Bullock buscaban la consagración en Esa cosa llamada amor, donde el Honky Tonk Man de Clint Eastwood alcanzaba a grabar su última canción, donde Dylan hizo un par de grandes discos, Nashville es también una marca de nieve loca en aerosol?


... en cierto festival de rock, durante el set de Rata Blanca, cuando el guitarrista Giardino llegaba al final de uno de sus larguísimos solos, el cantante Barilari atravesó el escenario a la carrera, empuñó heroicamente con su mano derecha el pie de micrófono, lo acercó a su boca, empezó a cantar, y recién entonces se dio cuenta de que el micrófono estaba en su mano izquierda desde antes del comienzo del solo?

martes, diciembre 13

Casi me corto el pelo;
ocurrió hace unos días.
Me estaba yendo algo lejos,
y hasta debo haber dicho
que estaba bien orientado.

Pero no lo estaba, y me pregunto por qué
siento que dejo escapar mi bandera de freak,
como si se la debiera a alguien.

Será porque me agarró la gripe navideña
y no alcanzo a sentirme a la par de los demás,
eso aumenta mi paranoia,
es como si me mirara en el espejo
y viera un patrullero.

Pero no le daré ni un centímetro al miedo,
porque este año me lo prometí
y siento como que se lo debo a alguien.

Cuando al fin me reconcilie conmigo
voy a estacionarme en alguna parte
de aquel dulce tiempo veraniego,
voy a encontrar un sitio interior donde reír,
donde separar la paja del trigo.

Porque siento que me lo merezco,
sí, dije que siento que me lo merezco,
saben, siento que me lo merezco.

Almost cut my hair, David Crosby, 1970

lunes, diciembre 12

Epígrafes Alternativos VI


Un dedo por cada penal atajado es lo que muestra Hernán Panero. El arquero sostiene que no es suerte, sino que estudia al rival que va a patear.

"Según mis estudios -reveló en exclusiva el joven guardameta-, las opciones también son tres: patean a la izquierda, al medio, o a la derecha".
La Voz del Interior

sábado, diciembre 10

tantagloriatantofútbol


Campeaba un cagazo blandengue y clarito ayer por la tarde en las emisiones deportivas. Apenas se definieron los rivales de Argentina en Alemania 2006, un locutor de ESPN comentó, medio en joda medio en serio: “Che, ¿qué hacemos? ¿Nos presentamos o no al Mundial?”. Como en otros lamentos inmediatamente posteriores, lo que seguía era un segundo de silencio, cortado por un “nooo” de mal simulada distensión, y frases como:
- Para ser campeón hay que ganarles a todos.
- ¿Y el miedo que nos deben tener ellos?
- Está bien empezar exigido, para no confiarse.

“Bipolaridad”, ese término psiquiátrico tan en boga hoy en día, creo que es el que mejor nos sienta a la afición futbolera. De una cosa estoy seguro: si le ganamos el primer partido a Costa de Marfil, no volverá a leerse en los diarios aquello de “que pase el que sigue”.

miércoles, diciembre 7

Hogar

Pese a estar a sólo 50 minutos en auto de Córdoba, Tanti es un pueblito serrano de lo más tranquilo. Claro que si uno entra al “bar del club”, como le dicen los lugareños, puede llegar a poner en severo riesgo su sistema nervioso.
El “bar del club” de Tanti queda justo al frente de la triangular plaza central. Se compone de dos sectores: bar y restaurant, comunicados por una abertura del tamaño de la de una cochera.
Nos sentamos mi compañera y yo en la parte restaurant, y no tardamos en sentirnos aturdidos. Resulta que estaban prendidos a considerable volumen dos televisores: el de nuestro sector con Tinelli, y el del bar con la pelea de Chacón. Encima, de los parlantes diseminados por los dos ambientes salían los sonidos de una FM de Carlos Paz. Comenté que si uno trataba de escuchar una de las tres cosas, muy difícilmente lo consiguiera.
- Es para que la gente se sienta como en casa –me explicó ella.


martes, diciembre 6

Don José Orfila, talentoso emprendedor buscaba la mejor tierra para el vino. Encontró las que habían pertenecido al Libertador José de San Martín, héroe de América. Fundó sobre ellas la Bodega Orfila. Desde entonces, por una centuria, hay un vino argentino cuyas raíces se nutren de tierra ennoblecida por una tradición de altiva libertad e independencia.

Uf...
Para vino y nacionalismo, mejor Tito Fernández, "El Temucano":

Tres colores tiene mi bandera: ¡azul, blanco, y tinto!

domingo, diciembre 4

El guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, comentó que, en ocasiones, cuando se queda sin droga, llama a sus hijos para que lo conviden. Richards, sin embargo, no deja de lado su responsabilidad como padre y cuando se reúnen para drogarse habla con sus hijos sobre las drogas y trata de que no caigan en errores que él mismo acepta haber cometido. "Les digo que hay que conseguir un buen dealer, que les traiga de la mejor; también los oriento sobre cuáles son los mejores hongos y cómo inyectarse para que pegue mejor, después todos nos ponemos de la cabeza y caemos en las clásicas charlas de drogones que, por suerte, luego olvidamos", explicó Richards.

Revista Barcelona, Nro. 70

sábado, diciembre 3

Miss Pena de Muerte EE.UU.

2da. Princesa: Oklahoma, 79 ejecutados.
1ra. Princesa: Virginia, 94 ejecutados.
Reina: Texas, ¡355 ejecutados!
La Voz del Interior

viernes, diciembre 2

Acefalía

- Anoche estuve en una muestra de pintura.
- No diga.
- Sí.
- ¿Y, qué tal?
- Faaaa...
- ¿Fa qué?
- Usted no sabe.
- ¿Qué no sé?
- Me saqué la cabeza, no sabe.
- ¿Sí?
- Sí, sí. Vaya, yo sé que usted también se la va a sacar.
- ¿Cómo sabe?
- Lo conozco.
- Pero escuchemé una cosa: usted viene y me dice que se sacó la cabeza con esto, se sacó la cabeza con esto otro...
- Ajá, ¿y?
- ¿Cómo es la cosa? ¿Se la desenrosca y después se la vuelve a poner?
- Eehhh... ¡Sí!

Epígrafes Alternativos V

Todo bien si te querés quedar allá, ¿ah, Dany?
La Voz del Interior

Algo hubo hecho

Este empleado de Pergolini se mandó un choreíto... Para escribir esto, se macheteó de acá.

La Voz del Interior

jueves, diciembre 1

Pienso ahora en todas las locuras que hice,
y bueno, sí, las hice todas y las sigo haciendo,
pero si tenés suerte, llega un día
en que te das cuenta de dónde venís.
Voy bajando la loma para ver a Bessie,
oh, sí, verla pronto.
Voy bajando la loma para ver a Bessie Smith,
y cuando llegue, me pregunto qué hará ella.
Rick Danko - Robbie Robertson,
The Basement Tapes, 1967


Feria Musical (ex Disquería del Turco Abdón) sigue sorprendiendo al transeúnte. El fondo musical esta vez era Primer Acto, el nuevo de Jiménez. Nunca me lo compraría, ni hablar, pero bien lo de la Mona, el mejor en lo suyo sin lugar a dudas. Su música se instala en el instante con admirable portación de cara de cascote, virtud de ninguno de sus colegas, del más careta al más chogronazo. En una de las canciones, un dúo con Fito Páez, éste se revela como un más que interesante intérprete cuertetero. No me alcanzan los dedos de las manos para contar los años que llevaba sin escuchar a Fito cantar bien... Gracias, Carlitos.

El hallazgo de esta ocasión, a tan sólo 3 pesos, es un compilado de Bessie Smith (1894-1937), la “emperatriz del blues”. Mote grandilocuente que sin embargo se corresponde con el contexto en que esta cantante cimentó su gloria imperecedera: los tugurios más o menos lujosos de Memphis, que en los años ‘20 y ‘30 cobijaron la movida del blues urbano, más orientado hacia el jazz de las big bands, el music hall y el vodevil.
Como al casette se le había despegado la almohadilla, fue necesario un pequeño service casero. Luego del trámite... la magia, el asombro: la voz clara y sostenida de esta mujer naciendo y muriendo en cada fraseo, imponiéndose limpia por sobre las precariedades técnicas de aquellas grabaciones.
A diferencia de la vertiente rural (de guitarra, armónica y por ahí algún violín, y cuya heroína es la más áspera y no tan menos dulce Memphis Minnie), en este caso la instrumentación es más profusa y por lo tanto suena como una especie de bola de fondo. El timbre de la voz de Bessie, sin embargo, lo hace a uno bajar la loma y olvidarse del resto.