Taller Literario Zimmer. Hoy: Ciro de Attaque
Recorría Beto Zimmermanni cansinamente las calles de Alta Córdoba, volviendo del Royal a la casa de su ex suegro, cuando de pronto levantó la vista y un disparo de luz le dio de lleno en los ojos. Sumido desde hacía un par de horas en densos sopores etílicos, Zimmer sintió una corriente helada por sus venas. En medio del desvanecimiento alcanzó a advertir que el resplandor provenía de un auto que pasaba a toda velocidad, y del que alguien arrojaba un bulto. Se terminó de desmayar luego de oír la sirena de un patrullero.
Al rato, el tallerista despertó bastante más fresco. Se acercó a levantar el bulto que habían tirado, un viejo bolso Sportlandia con el cierre roto y un paquete adentro. Decidió llevárselo a la casa.
- ¡Falopa! ¡Falopittta! ¡Un loki! ¡Salvé el verano! –exclamó el veterano tallerista tras chuparse la punta empolvada de un dedo y constatar el amargor exacto, la medida justa. El prolongado entumecimiento en la boca lo terminó de convencer.
Al otro día ubicó un antiguo contacto, y de pronto se había hecho de un buen puñado de luquitas.
Con este nuevo panorama Zimmer cambió de vida, pero claro, tratando de no ser tan abuso. Mudó sus cosas a una pensión de la calle Bedoya, a la vuelta del Royal, y a la más mínima pregunta, respondía con las palabras mágicas: “Nada: cobré un juicio viejo”.
Arrellanado en su silla frente a la ventana, satisfecho de este Golpe de Suerte del Manyín, Beto vio llegar a un nuevo alumno del taller literario.
- ¿Cómo van tus cosas, Zimmer? –lo saludó el muchacho con remera de Ramones.
- No me quejo. Te tengo de algún lado, ¿puede ser?
- Puede ser, claro. Ciro de Attaque, ¿le suena?
- ¡Pero estimado amigo! ¡Gusto de conocerlo!
- Ah, qué bien. No esperaba este recibimiento.
- No es para menos, muchacho. Cómo olvidar aquellas canciones del disco Dulce Navidad. Edda Bustamante, Gil, Fábrica, de Legiao Urbana... Un disco de covers bastante bueno...
- ¡Eh, Zimmer, no se olvide lo más nuevo!
- ¿Lo más nuevo qué?
- Beatle, Arrancacorazones, qué sé yo, las que pasan en la radio...
- Ugggh...
- ¿Qué pasa? ¿Te sentís mal?
- Una náusea... Hay cosas demasiado horribles en la vida, Pertusi... Prefiero hacer de cuenta que no existen...
- ¿Vos me querés decir que mis canciones nuevas te dan asco?
- Se lo digo en chino mandarín si no le quedó claro, manejo bien el idioma...
- No, no, está bien. Mejor me voy, ¿sí?
- Sí, Pertusi, mejor. Estoy en un buen momento, pero usted trajo a mi mente un mundo de dolor que creía haber dejado atrás.
- En fin, chau.
- Chau, chau, feliz gira por la costa... ¡Gervasio!
- ¿Qué será, Beto?
- Ginebra, qué va a ser.
- ¿Medida?
- Cuadrada de litro, directamente. Sin abrir.
- Eh, ¿qué pasó?
- Mirá: así como hay un Elvis antes y otro después de la colimba, hay un Attaque antes y otro después de aquel programa de Pergolini.
- No entiendo un pomo.
- Nada, Gervasio, nada. Andá traeme el escabio que no aguanto más...
1 Comments:
Es un dolor compartido...
"Ya no sos igual, ya no sos igual..."
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