Gases del oficio IV

Habiendo leído entera solamente la novela de Sergio, me basta sin embargo con un fragmento de la que ganó el Primer Premio para estar casi seguro de que es de inferior calidad que aquélla. ¿Por qué? Porque me parece que es más fácil hacer literatura de una situación tremenda como la pérdida de un hijo, que del tedio cotidiano de los comunes y corrientes de un barrio cordobés.
De cualquier manera ésta no es más que una opinión personal, dudosa y discutible en sí. Lo mismo mi sensación de que se perdieron la posibilidad de vender la novela de Sergio como pan caliente. Porque si Nivel Medio hubiera sido la principal ganadora, lo que él dijo al recibir la mención se habría expandido y multiplicado en entrevistas y declaraciones lo suficientemente interesantes (y oportunamente molestas) como para despertar curiosidad sobre su trabajo.
Fue en La Voz donde se pudo leer alguito de lo que Sergio dijo la noche del martes en el Malba. (Obviamente, Clarín no iba a dar cuenta de ese discurso, salvo que se hubiera tratado, por caso, de un agradecimiento emocionado al grupo empresario por haberle pagado el primer pasaje de avión de su vida. Ésa sí hubiera sido una bella viñeta para decorar el cuentito.) Lástima que esa cita quedó perdida en una nota que si bien en el título reproduce la frase: “Un escritor no es una estrella de rock”, comienza pintando al entrevistado poco menos que como un Pomelo, y termina (oh!) con la “entrañable” mención del primer vuelo en avión prodigado al ingrato autor por el gran diario argentino. Otro pasaje para destacar es donde Sergio señala que “en estas tierras si no escribís novelas no sos un escritor”, apreciación que el entrevistador califica como una “especie extraña de convicción”.
¿Extraña?
A todos los que de un modo u otro están en contacto con el campo literario argentino, les pregunto: ¿Les parece tan extraña esa convicción? A mí no, para nada.
Pero bueno, son criterios. Como el de disentir con que el foco de la nota se ponga en el “segundo premio” y no en la importancia del logro obtenido, especialmente tratándose de un escritor del interior.
Como en aquella crítica positiva (pero no buena) a Los días del padre (el primer libro de Sergio), la sensación predominante es la de estar leyendo un trabajo periodístico torpe, liviano y desconsiderado para con el (trabajo del) entrevistado. Igualito que en esta columna de Juan Cruz Ruiz, periodista de El País y jurado del Clarín Novela 2008, donde parte de la argumentación está basada en la falacia de que los tres autores reconocidos son inéditos y menores de 35. A algunos les parecerá una huevada, a mí no. Como tampoco que el tipo no se haya tomado el trabajo de constatar que el apellido de Sergio es Gaiteri y no Hernán.
En fin, esperemos que por lo menos nunca lo vuelvan a llamar Galtieri…
Clarín, La Voz del Interior, El País