martes, julio 7

De enanos progres y fachos


Pasé unos días en El Salvador hace algunos años. Me encontré con un país bastante hecho mierda, sí, pero como no era algo que no me esperara, puse mi atención en detalles más agradables. Iba de turista, qué vivo. Pero en definitiva, turista o no, una cosa era segura: no me pareció un país mucho más hecho mierda que el nuestro.
En fin, lo cierto es que tenía mucha intriga por lo que pudiera encontrar en este librito. Terrible librito ¿eh?, lo leí odiándolo. Será por ese enano progre, correcto y biempensante que habita mi bella alma. Y sí, para empezar hay que decir que el librito anti-Salvador me despertó ese enano. Porque no sólo no compartía la mayoría de las ideas que disparaba la voz maniática de Edgardo Vega (alias Thomas Bernhardt), el narrador-interlocutor de Moya, sino que además (por eso mismo, seguramente) el tipo me caía bastante antipático.
Pero llegando al desenlace, la tardía revelación: ¡esto es una comedia, che! Una muy oscura, pero comedia al fin. Ya lo evidenciaba el mismo gesto de parodiar el estilo de Bernhardt, anunciado bien temprano, en el título mismo. Pero el enano progre, que a su modo puede ser muy facho, no me había dejado ver que el tan asqueante y asqueado Vega, exiliado salvadoreño, ciudadano canadiense, es, antes que nada, un antihéroe desesperado. Por eso las salpicaduras de su vómito, al final, resultan menos molestas que reveladoras.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

a propósito: http://lector-malherido.blogspot.com/2008/09/el-asco-thomas-bernhard-en-san-salvador.html

7:21 p. m.  

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