El humor cordobés es cosa seria
Algunas personas no cordobesas, al enterarse de que uno es de acá, esperan que suelte un torrente de humoradas ingeniosas. Si se es flaco, ven venir una metamorfosis en Negro Álvarez. Si se es gordo, en Cacho Buenaventura. Si se es choborra, en Chichilo Viale. Si se es medio reventadito, en Daniel Aráoz. Si se anda en patota, en Los Caligaris. Y como la fama tiende a envanecer a las personas, a veces uno cae en el patetismo de intentar complacer esos deseos ajenos, abriendo las compuertas del dique chistoso.
Cómo habrá surgido este mito, no lo sé. Tal vez cuando algún pícaro sanavirón demoró su empalada a manos del encomendero gracias a una providencial morisqueta.
Un fenómeno de lo más triste, en fin, que encuentra a mi entender un digno exponente en esta parrafada. ¿A ustedes les causa gracia? A mí la verdad que no. Es más: lo pienso un poco (efecto a todas luces no buscado por el texto), y algo me hace fruncir la nariz.
La Voz del Interior
3 Comments:
Sintiéndolo mucho no puedo compadecerme de los cordobeses. Cuando un colectivo o una región son motejados de graciosos, no suelenb hacer nada por cambiar esa noción, Luego pasa lo que pasa.
Saludos.
Apuesto a que es tal como dices, Enrique.
terrible el horroroso comentario de Heredia, que de deportivo no tiene nada. Y de respeto y buen gusto, menos. Que buenos 'periodistas' apadrina La Voz...
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