martes, septiembre 27

"Hablar de música es como bailar de arquitectura"


Dicen que lo dijo Frank Zappa, y conviene no olvidarlo. No es que uno vaya a callar para siempre (la pasión tiende a impedirlo), pero al menos conviene tener presente la frase a la hora de abrir la bocota o clavar los dedazos.

El crítico Diego Fischerman, de Página/12, se especializa en música clásica y jazz. Hace algunos años no me perdía ni uno de sus artículos al respecto, por lo sustanciosos que me parecían en materias que me son más o menos ajenas. Sin embargo en los últimos tiempos me viene aburriendo bastante, sobre todo porque parece haberse contagiado del todo cierto cancherismo del medio para el que escribe, perdiendo por consiguiente mucho del rigor y el tino que lo caracterizaban.
Este domingo publicó un texto elogioso sobre el último de McCartney. Cito uno de los párrafos:

Chaos and Creation in the Backyard recupera un viejo placer para todo aquel que se haya educado con los Beatles: no saber cómo será la próxima canción. Es cierto, las letras no son gran cosa y no reflejan una gran madurez. Pero la historia de la música está llena de grandes autores de grandes canciones con letras fallidas e incluso con versos terribles como “que noche llena de hastío y de frío” o “era más blanda que el agua, que el agua blanda”, por no hablar de algunos de los poemas elegidos por Franz Schubert, Wolfgang Mozart o Hugo Wolf. Las canciones de Paul McCartney no son canciones de Bob Dylan, entre muchas otras cosas que no son (cerámicas cuadradas blancas, de 2,5 cm de lado, por ejemplo). Lo interesante es ver qué es lo que sí son. Y en ese sentido es necesario tener en cuenta dos historias que sólo en apariencia son la misma: la de los Beatles y la de la música pop.

Me parece advertir aquí un monstruoso cruce entre la erudición fina del “sabedor” y la trivialidad necia del “cheronca”. Más exactamente, diría que ésta se morfa a aquélla y lo que queda es algo así como una gansada culturosa.
Fischerman cree estar revelándonos algo novedoso, pero en el fondo sólo se trata de una obviedad de la que él parece acabar de enterarse: a una canción de Mc Cartney, ¡más vale que lo que le sienta es una letra de McCartney, qué si no! Lo mismo puede decirse si se habla de Bob Dylan, Los Twist, T-Rex, Turf, Arnaldo Antunes, Peteco Carabajal o Boris Vian.

Sospecho que el problema pasa por un gesto que a esta altura puede sonar algo anacrónico pero quizás no lo sea tanto: un crítico de géneros “cultos”, por serlo, se siente automáticamente capacitado para escribir sobre géneros “populares”, y entonces se apresura y en algún punto, en medio de algún que otro concepto interesante (que ojo, creo que no faltan en este texto), derrapa, y fiero. Se equivoca Fischerman al escribir creyendo que superó del todo la antinomia culto-popular. No es tan fácil lograrlo, y hasta diría que es imposible estar a salvo a cada momento y para siempre.

Otra cosa es lo que en el mismo medio escribió Eduardo Fabregat (linkeado más abajo, en la entrada sobre Fabi Cantilo). En ese caso lo que se lee es la voz de un crítico de rock, contándonos lo que le pareció el disco con una prudencia que yo asociaría al contexto de inmediatez de la noticia. Porque el disco de Paul para mí, es como un alcaucil de carnosas capas a cuyo corazón es exquisitamente moroso el arribo. Esa comparación es, y espero sepan perdonar, toda mi danza arquitectónica al respecto.
Por lo demás, saboreo y callo.

9 Comments:

Blogger inx said...

El disco de Paul està alucinante. Paul para escuchar màs íntimamente que nunca. Ojalá fueran músicos los que hablan de música.

3:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Los críticos de rock no hablan ni escriben sobre música, porque no pueden, ni saben. Hace falta gente que haga entrevistas, que recuerde fechas y nombres, claro. Deberían aclarar que lo suyo se restringe a eso, y que la música es otra cosa de la que no tienen idea...
Si no lo hicieran significaría que son unos chantas. (Lo hacen? Lo hicieron alguna vez?)

11:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No, la verdad, no recuerdo a ninguno que lo haya hecho...

"Creo que la crítica referida a la música popular no tiene mucha capacidad como para enjuiciarme. (...) Todos los criterios de los formadores de opinión están unidos a la industria del espectáculo."
(Indio Solari, Rolling Stone, 12/04)

10:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Inx, siempre un placer pasear por tu bosque.

1:04 p. m.  
Blogger Pedro Mairal said...

Realemnte, una excelente intervención. Concuerdo con la descripcion del arco que trazó Fischerman. Aparte, una vez lo saludé y me dio una mano muerta que me dio un poco de vergüenza ajena.

9:04 p. m.  
Blogger Eduardo Fabregat said...

Ajá.

"Los críticos de rock no hablan ni escriben sobre música, porque no pueden, ni saben."

p.c., admiro tu poder de síntesis, tu superioridad intelectual que te lleva a que, conociendo y habiendo leído a TODOS los periodistas de rock, tenés la verdad absoluta de que nadie sabe nada.

Voy a probar.
"Los que dejan mensajes en los blogs son personas que no tienen nada mejor que hacer y no saben nada de la vida real".

¿Qué tal? ¿Ya puedo formar parte del club soberbio?
Hay gente que escribe y no sabe nada de música, es cierto. Pero no todos entramos en la misma bolsa de p.c.

También me hace gracia la opinión del pensador argentino Carlos Solari, como si él se dedicara a la industria del chacinado o el calzado.

Y para terminar con toda esta pavada: yo no soy "crítico", soy periodista. Lo que pasa es que los que leen notas en los medios no saben nada de comunicación (ahí está, lo hice de nuevo: ¿puedo formar parte del club?)

9:54 p. m.  
Blogger la convidada d'honor said...

Ey!
Gracias a la primera frase de este post he podido completar esta magnifica frase de Zappa...No conseguía acordarme de la segunda parte.
Me gustó lo que vi por aki...
Un abrazo!
Laia

8:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No no no, están confundidos todos (Fabregat incluído... je).
Hay que criticar si, por supuesto, sólo que esta crítica parece pifiar fulero.

Dejemos que alguien más iluminado en cierto terreno nos abra el camino y no pueda mostrar con qué nos vamos a enfrentar (en este caso un disco), para tomar lo que nos sugiere tal cual, o darlo vuelta a nuesto gusto. Como cuando le preguntamos a un amigo -que sabemos no tenemos los mismos gustos- cómo estuvo tal o cual película, y después de que nos la alaba sin temor decidimos no ir a verla!
¿Hay que creer toda la crítica como verdad absoluta acaso? Tomarla con poesía y como una sugerencia de quien la escribe... verdad Eduardo?

Creo que tampoco hay que temerla a la crítica o tratarla como un cuco; yo simplemente creo que como todo en la vida, los buenos críticos como los buenos periodistas (relativo esto también) escasean y son la minoría. Es una apreciación personal y no cuantificable, pero no por eso menos válida o real. Hay cosas que explotan a los "ojos".

Saludos para todos!

Ah, el disco del lord McCartney no es malo (si lo juntamos con lo que hace más de 30 años nos quiere proponer la leyenda viviente) pero bue... vamo'arriba che.

Tony.

2:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta página es una poronga.

4:02 p. m.  

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