lunes, febrero 25

Bob Dylan en Córdoba (¿I?)


Se acerca el show de Bob y ya se advierten indicios del escaso dylanismo local. En la entrada de la entrada, acá abajo, algunos de los comentarios recibidos me llevaban a conjeturar lo siguiente: nos guste o no, León Gieco es el único heredero de Bob Dylan que tiene la música argentina, y nadie sino él para telonearlo. Mi primera reacción al enterarme de que le iba a calentar el escenario en Vélez había sido decir: ¡nooooo!... pero después pensé: no man, pará un poco. El rosquinense se habrá convertido en un dudoso portavoz de la buena conciencia progre, en un prisionero de la “canción con mensaje”, en todo lo que queramos. Lo indudable es que el tipo cimentó su manera de tocar y de componer en algo que llamaré, mal y pronto, el estilo dylaniano. Hasta su inclinación por los ritmos nativos lo acerca a Dylan, porque éste, especialmente en sus primeros y sus últimos discos, puso una pata bien firme en las músicas más tradicionales de su tierra.
O sea que el problema no pasa por Gieco, sino porque la música de este país no llegó a forjar una influencia dylaniana que fuera más allá del primer Dylan, el discípulo de Woody Guthrie, el cantor con mensaje que encantó en su momento a la “progresía” yanqui. No está mal, es así y listo. Los otros Dylan (el folk-rocker eléctrico, el cowboy, el amante desgarrado, el cristiano “iluminado”, el actual veterano trashumante, etc.), no dejaron mayor descendencia por aquí. Calamaro insinuó algo en algunas canciones de Alta Suciedad y Honestidad Brutal, pero al final no terminó yendo mucho más allá de aquellas descaradas copias de los artes de tapa. Es decir: mientras atravesaba el divorcio, el reviente y la misantropía, Calamaro jugó un poco a ser Dylan; pero en el fondo creo que nunca llegó a cavar demasiado hondo en esa superficie chacotona donde en definitiva se lo oye más cómodo que en ningún otro terreno. Y la carrera de Dylan, con sus altos y muy particularmente sus bajos, me parece justamente una expedición sensible y empecinada a través de variadas e inevitables incomodidades, conviviendo con ellas y dando cuenta de ello.
A los muchos enigmas que acompañan la figura de Dylan, aquí y ahora se les suma uno más: ¿convocarán mucha gente estos shows argentinos? Yo creo que sí, van a llevar mucha, pero no demasiada. Da la impresión de que los organizadores locales no saben muy bien qué decirle al público para atraerlo a ver a este extraño artista. En las radios porteñas se escucha un slogan que dice: “Un artista. Todas las generaciones.” La verdad que no me suena muy convincente. Aquí en Córdoba el productor José Palazzo, en su personalista programa de TV llamado Rockódromo, apela a videos de hace más de 40 años (¡!) para promocionar el show del Chateau. ¿Será porque ese veinticincoañero ruludo, con guitarra eléctrica y anteojos negros, es el Dylan que más se asemeja al rocker chabón promedio argentino? En imagen, digo, ¿no?...
Se acerca Dylan a Córdoba y me temo que muchos que no lo conocen, y que realmente se impresionarían al conocerlo en persona, quizás se lo pierdan. No parece haber aquí quien acierte en describirnos la real dimensión de la visita. Como dice la canción de Las Pelotas, “muchos mitos existen acá”, y Dylan es uno de los más borrosos. Por ahora da la impresión de que nadie va a hablar de él mínimamente en serio, con conocimiento de causa y ganas de indagar en su búsqueda creativa, que desembocó en tres brillantes últimos discos sobre los que va a apoyarse la lista de temas en estos shows sudamericanos. Es más: el panorama asoma negro negro negro. El sábado pasado ya tuvimos que soportar un panegírico de lo más pavote, lleno de datitos superficiales que parecen sacados de Wikipedia: que Blowin’ in the wind, que el poeta del rock, que el candidato al Nobel, que los fans escarbadores de basura, que el porro convidado a los Beatles… Y agárrense, porque cualquier sábado de éstos tendremos no a un émulo de Salzano, sino al mismísimo, contándonos sobre Dylan en el bar Sorocabana o disparates localistas por el estilo.
Pero bueno, confiemos en que aparezca algún periodista responsable y se haga cargo de esta situación. Por lo pronto si pasan los días y esto sigue así, veré si puedo ir aportando algo desde acá. Peor es nada; lo que sobra es genuino entusiasmo.

7 Comments:

Blogger Melisma Mixolidio said...

Solo le pido a dios, que el recital de Dylan no me sea indiferente. Es un monstruo grande y pisa fuerte, to la pobre inocencia de la gente

(Leon)

4:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No conozco mucha discografia de Dylan (sacrilegio de mi parte, seguramente!) pero sí creo que puedo pedirles a los argentinos que se dejen de compararlo con el chanta de Calamaro...que no es mas que un poetita que los tiene engañados a todos desde el salmon, y escribe tontas rimas de principiante para que las estudiantes de periodismo se aprendan las letras y se las canten a sus novios en tren de "ves, porque no podes ser sensible como Andres?".

Vayan a ver a Dylan, un autentico songwriter. Una lastima que el show en vivo no tenga subtitulos.

8:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo de los subtitulos se podría hacer con diapositivas... o una beca de dos años que nos de el gobierno para vivir en EEUU y aprender bien el ing`´es!!!

2:07 p. m.  
Blogger Diseño y Planificación Comunicacional said...

La puta madre, parece a propósito que hayan elegido estadios tan grandes...

7:30 p. m.  
Blogger Adrián Savino said...

Bueno, viste que ahora lo reprogramaron para el Orfeo, un lugar cerrado para unos 10.000 si no le yerro demasiado.
Y uno ahora tiene que tomarse el trabajo de ir y cambiar su entrada por una nueva, en fin...

12:27 a. m.  
Blogger Unknown said...

Me estoy clavando unas cervezas( de la emocion), y ya me voy al orfeo a ver a Dylan, groso!!! tengo 27 y los escucho de niño gracias a mi viejo, comenze con un vinilo del setenta y ocho , creo "Street Legal" que temas Señor!! changing of the guards " en la cima!

6:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

noooo! en los tres dylanes que conozco por ahora puedo resaltar:

Dylan rutero: (perdón por el populacho, pero es realmente bonita) Like a Rolling Stone o I Shall Be Released -ojo con esta última que es medio de todo un poco-

Dylan guachero: Visiones de Johanna, Just like a Woman, Queen Jane Aproximately...

Dylan cristianero: lejísimos, Jokerman!!!!!!!!


guille

2:11 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home