domingo, marzo 28

Chiqueza argentina


Claudio Zeiger intenta negar que su amigo Sergio Di Nucci haya sido "un simple escriba desesperado que, para completar contrarreloj su obra a ser presentada en el concurso, le anexa unas cuantas páginas ajenas disimulando como puede el delito textual". Lo hace en una de las peores reseñas literarias jamás escritas.


Nación Apache, Radar Libros

2 Comments:

Anonymous Cristal said...

Además la misma defensa hace agua al aceptar que eso —anexar "unas cuantas páginas ajenas"— es un "delito textual". Porque el "delito" que señala no está en "desesperado" ni en "contrarreloj", sino ahí, en "ajenas".

La intertextualidad es un mecanismo de apropiación. Legítimo, pero sólo si es eso lo que se produce: que se "haga propio" el texto que se toma. El lector debe percibir esa apropiación con alguna señal, más o menos sutil según el caso.

Si hoy —años después— seguimos hablando de páginas ajenas, es que no hubo apropiación alguna. No hay intertextualidad, sino plagio. No son equivalentes. El plagio es algo que ocurre muy cerca de la intertextualidad, en la misma calle, si querés... pero en la vereda de enfrente.

11:04 a. m.  
Anonymous adrián said...

Clarísimo, Martín. Difícil no notar las costuras cuando se intenta defender lo indefendible...

9:10 p. m.  

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