Publicidades de terror. Hoy: cierta ART, años noventa
No recuerdo cuál era, tampoco el año exacto de difusión, capaz que ’93 ó ’94. Tampoco conseguí información al respecto en Internet.
Pero no importa: me acuerdo espantosamente bien de la anécdota.
La escena, de cierto corte costumbrista, transcurría en las alturas de un edificio en construcción. Estaban dos albañiles en un andamio, un gordo y un flaco, medio pavotes ambos, más hueveando que laburando. De pronto, el gordo hacía un mal movimiento y caía al vacío. Iban disminuyendo en la distancia su redonda figura y su desesperado grito, hasta que de pronto lo tapaba un paracaídas que se abría, en cuya parte superior podíamos apreciar el logo del anunciante. Como diciendo:
- Sr. empleador, este gilún es boleta, pero olvidesé: nosotros se lo cubrimos.
Pero no importa: me acuerdo espantosamente bien de la anécdota.
La escena, de cierto corte costumbrista, transcurría en las alturas de un edificio en construcción. Estaban dos albañiles en un andamio, un gordo y un flaco, medio pavotes ambos, más hueveando que laburando. De pronto, el gordo hacía un mal movimiento y caía al vacío. Iban disminuyendo en la distancia su redonda figura y su desesperado grito, hasta que de pronto lo tapaba un paracaídas que se abría, en cuya parte superior podíamos apreciar el logo del anunciante. Como diciendo:
- Sr. empleador, este gilún es boleta, pero olvidesé: nosotros se lo cubrimos.
1 Comments:
Es de terror...pero es muy graciosa!! ni hablar que es humor algo bastante negro para una publicidad...
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