martes, noviembre 29

Perder aceite


Apelo una vez más a mis estudios de comunicación para afirmar lo siguiente: no hay definición más gráfica para esta expresión que el concepto de “disfunción” acuñado por los teóricos del funcionalismo. Al igual que la disfunción, la pérdida de aceite es un efecto no deseado de los actos propios, un retroceso de casilleros en el mejor de los casos, o una vuelta a posición inicial y hasta bruta eliminación en los peores.


Al igual que los motores con fallas de cárter, el individuo perdedor de aceite, al dejar caer la primera gota, queda entregado las más de las veces a una larga cadena de efectos no deseados. Cuando quiere arreglar el moco anterior, no puede evitar dar pista a una nueva cagada, y a otra y a otra y a otra. El fin de las pérdidas de aceite es indecidible, uno se entrega a ellas reconociéndose mero juguete de su nata condición aceitera.

Hay, sin embargo, perdedores de aceite tan consuetudinarios que, por una extraña paradoja, asumen y les es asumido su cárter defectuoso como una especie de marca de fábrica. De estos particularísimos personajes ya sabemos de antemano que su vida es un constante hacer camino al chorrear. Y de algún modo, mientras sepamos tomar las debidas precauciones, nos caerán simpáticos y hasta admiraremos su insólita capacidad de sobrevida, tan parecida a lo que más abajo llamamos “la suerte del manyín”.

4 Comments:

Blogger paula p said...

Aceitero, tb conocido como pato criollo o boludo desentusiasmado (entre amigas)
sdos

3:58 p. m.  
Blogger Marcus said...

en españa cuando se dice que un hombre "pierde aceite" significa que "le rompen el orto". Al principio, tuve malos entendidos, cuando dije "uy, anoche salí y perdí aceite"... que se le va a hacer.

4:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Mi estimado amigo, usted me deja frío!

8:53 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

"sepamos tomar las debidas precauciones" ... claro claro, que es contagioso

2:50 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home