Una de concursos literarios

Mucho más humilde que el quilombo de la Editorial Planeta y la larga cadena de huecazos judiciales que se está por comer de acá en más, pero bueno, es lo que hay por aquí.
La cuestión de los nombres implicados me parece tan irrelevante, que voy a citarlos y listo.

En el año ’91 recibí una mención en un concurso de cuentos organizado por una institución de Orán (Salta), llamada Grupo Vocación. Por tratarse de mi primer "reconocimiento", me tomé un ómnibus y estuve allá para recibirlo.
El primer premio le había correspondido a una señora Nélida Franco, de activa presencia, por lo que me enteré posteriormente, en la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) filial Córdoba. En la ceremonia de entrega de premios, su cuento fue representado por chicos de una escuela primaria local, todos disfrazados de ángeles.
Cuál no sería mi sorpresa años más tarde, ’94 ó ’95 si mal no recuerdo, al encontrar el “Cuento con ángel” (así se llamaba) incluido en el libro La flor de la Cañada, firmado por César Altamirano y editado por el efímero Página/12 Córdoba.
Después, en una “mesa redonda” de Altamirano y otros autores para la feria del libro de acá, no me animé a levantar la mano para hacer pública esta pequeña anécdota. Quizás hice bien: los "círculos literarios" pueden ser más temibles que la peor hinchada de nuestro fulbo.