sábado, julio 19
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7 Comments:
Tal vez el calificativo de traición suene demasiado drástico para evaluar el voto de desempate del vicepresidente Julio Cobos en la noche del Senado, aunque tampoco es apropiado aplaudir deberes de conciencia. El atributo otorgado al presidente del Senado no es patrimonio personal sino de representación, o sea que lo debe ejercer en nombre del Poder Ejecutivo, nunca en contra. Si violenta sus convicciones tiene la posibilidad de renunciar a la tarea, antes o después de cumplirla, pues de lo contrario convierte el acto en irresponsabilidad institucional. En su posición no cabe el clásico debate de si la banca pertenece al partido o a quien la ocupa, porque en el sistema de las listas sábana los méritos individuales son relativos, ya que su inclusión es potestad exclusiva del candidato de cabecera, debido a que los votantes no tienen la posibilidad de tachar al que no les gusta. En su caso particular aún menos, ya que su trayectoria política tenía en su haber sólo la gobernación de Mendoza y la pertenencia a un partido, la UCR, que estaba al borde de la desintegración. Invocar que los votos obtenidos por la fórmula también son propios es un juicio sin adecuadas proporciones, una fanfarronería de corto alcance. Desde Mendoza, ayer, Cobos levantaba bandera blanca, aunque es difícil caminar sobre un puente que antes fue dinamitado sin consideración, atento sólo a la demagogia de ocasión y no al litigio de fondo.
Ok, la respuesta entonces sería: no.
Es una pena que cuando un gobierno empieza a tirar hacia la izquierda, aparece la imagen de la "sensatez" y se coloca indefectiblemente a la derecha. Poniendo "orden" en la superficie y acumulando mas caos adentro.
Qué curioso. El tipo fundamenta su voto en una pretendida paz social, dando por sentado que los ruralistas, de perder, no se la iban a comer doblada como sí se la comió el gobierno "autoritario" y "soberbio". ¿Entonces "el campo" estaba en todo su derecho de repudiar un fallo legislativo?
A las 4 am estabamos con el gusano cubano esperando el resultado, y aparece el último indeciso que se ubica nervioso, mietras lo toman con un primer plano, parecìa que habìa estado tomando merca como un desgraciado y nos cagabamos de risa con que el gobierno lo habìa drogado (y asegurado algun depòsito), pero nó: finalmente la corrupciòn corriò por parte de la derecha que ya tenìa el champagne preparado para el festejo.
http://la-contrarreforma.blogspot.com/
a Izquierdas que no innovan, derechas que triunfan, parece...
aparte, eso si que fue un derechazo a la izquierda!
Besos
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