Publicidades de terror. Hoy: diario Olé

Agencia: WM
Cliente: Clarín (Agea S.A.)
Producto: Olé
Titulo: Herencia


Estaba cantado que los ánimos mundialistas ofrecerían material para esta sección. Lo que suponía es que la elección sería reñida, pero no, nada que ver: a ésta del diario deportivo Olé, del grupo Clarín, no hay ninguna que le haga sombra.
Es la historia de un padre y un hijo. El hijo, pese a su aspecto de huevón grandote, es presentado como una especie de niñito necesitado de enseñanzas de vida. El conflicto se desencadena cuando el “nene” da señales de haberse convertido en un fana de todo lo que sea Brasil. Algo bastante comprensible, aceptable, y en más de un caso hasta admirable, pero… no para el papá.
El hombre se preocupa sobremanera por la inclinación de su hijo. Tal vez muchos comprendan su alarma y hasta la identifiquen con otros miedos: el hijo hincha de otro cuadro, el hijo puto, el hijo zurdo, el hijo ateo o judío converso. Quién sabe.
Lo que sí sabemos es que papi se pone manos a la obra de re-programación del pichoncito, inculcándole algunas “costumbres argentinas”: el juego del truco, el mate, el baile del tango (entre hombres, como lo fue en sus orígenes).
Finalmente, el hijo se convierte a la pasión albiceleste. Un par de medias, una pequeña bandera, y una edición de Olé con el titular “Vamos Argentina” son señales inconfundibles que devuelven la tranquilidad al hombre.
“Argentinos bien argentinos” es el eslogan que cierra este spot promocional del diario que una vez supo titular en tapa: “Que vengan los macacos”.