martes, octubre 18

Ciclista de Chilibroste

El domingo lo vimos llegar al parador de ómnibus de Cintra, el pueblo de mi viejo. Flaco y con cara de indio, tenía un pañuelo atado a lo pirata en la cabeza, y una especie de túnica artesanal cayéndole por encima de las calzas de lycra negras. Detuvo su bici frente a las plataformas, contempló por un instante a todos los que estábamos allí parados, y retomó raudamente la ruta en dirección a San Antonio de Litín. En la espalda llevaba pegadas un montón de calcomanías.
- Ése es de Chilibroste, el pueblo vecino –me dijo uno. – Personaje, ¿nocierto? Seguro viene de allá.

Más tarde recorríamos el pueblo en auto, y cerca de la plaza lo volvimos a ver. Manejando con una sola mano porque en la otra llevaba una bolsa de nylon, se le adelantó por la derecha a una pickup y dobló cruzándosele por adelante, tomando la calle por la que veníamos.
Distraídos con la escena, seguimos camino confiados en nuestra prioridad de paso. Pero mientras cruzábamos, notamos que por más lenta que iba la pickup, no frenaba, y no frenaba, y no frenaba... y nos dio de costado, por atrás. La abolladura fue mínima, menos mal.
- Por mirarlo al loco no los vi a ustedes –se excusó después el tipo, repartidor del súper, no muy afligido que digamos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

9:24 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home