viernes, febrero 18

Del antiprogresismo como estrategia de legitimación

Una cosa es ser crítico, ocasional y concienzudamente, con eso que llamaré “el sentido común progre”, y otra muy distinta es dedicarse, sistemática, obsesiva, tirabombísticamente, a defenestrarlo y a fustigar sus íconos más característicos. Lo primero me parece razonable y hasta necesario, ya que nunca viene mal poner en duda ciertas bienintencionadas certezas automáticas que a uno suelen asaltarlo. Lo segundo, a esta altura, más bien me suena a autobombo barato. Ni falta hace enumerar a toda la sarta de personajes que cimentaron dudosas famas con la desnutrida estrategia del “yo no me como ninguna”. Sujetos a los que parece fascinarles el rasguido de las raídas vestiduras american psychobolches. Como si el dizque progresismo les hubiera hecho algún jodido daño en el pasado. A ellos, o a quienes los siguen, convencidos de que no los van a defraudar.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿qué se le puede agregar a esta pequeña gran pieza? Sería como (volver a) hacer un cover de un hit que no llegó a ser tal sólo por fácil y/o demagógico, sin ponerle nada propio, solamente por amor a la paja... uy! me parece que llueve... (¿o será mi propia saliva?). Mejor no le agrego nada más (denserio, eh).

¡Salud, Saviola!

1:44 a. m.  
Anonymous saviola said...

Emi, ¿sos vos?
Es un asunto que vengo rumiando hace tiempo y bueno, lo escupí por fin. En ámbitos de escritores tuvo una modalidad particular: difundir la cantinela de que "los grandes escritores eran todos de derecha". Yo pregunto: ¿a quién le interesa ser un "gran escritor"?
Abrazo y gracias!
Saviola

11:57 a. m.  

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