viernes, diciembre 17

Compre a un (escritor) argentino (formado en el extranjero) por lo que vale, y véndalo por lo que dice que vale

Hace unos días di con este libro en una mesa de saldos. Se compone de ricos y entretenidos artículos periodístico-culturales, de no más de 3 ó 4 páginas cada uno. En ocasiones la brevedad del formato atenta contra una mayor profundización en los temas; pero en todo caso resulta un pasatiempo ideal para la superarchifragmentaria vida hogareña de un papá de dos criaturas chiquitas. O sea: un muy recomendable libro de este autor que ya no está entre nosotros.

Pero lo que me interesa destacar aquí, son dos pasajes que me llamaron especialmente la atención. El primero pertenece al prólogo, a cargo de Rodrigo Fresán:

¿Qué es la inteligencia?
(…)
Quién sabe…
Lo que yo sí sé es que cada vez que se me presenta semejante pregunta –como un incómodo pero interesante fantasma-, me respondo siempre lo mismo. Me respondo: la inteligencia es Charlie Feiling.


El segundo, a ¿Por qué escribo tan mal?, uno de los textos del libro:

Tengo toda la intención de seguir escribiendo mal, vale decir a contrapelo de la versión dominante de la literatura argentina. Algunas otras personas, como Luis Chitarroni o Rodrigo Fresán, no me dejan hacerlo completamente solo.

8 Comments:

Anonymous Cristal said...

Me han hablado maravillas de El mal menor, la novela con la que Feiling explora el género del terror. Peor no la he podido conseguir... salvo garpando el tomo completo de Los cuatro elementos. Habrá que esperar el golpe de suerte de los saldos, igual que el que tuviste con éste... ¡Abrazo!

PD. Eso sí, distingamos "Fulano escribe mal" de "Fulano quiere escribir mal"...

5:09 p. m.  
Blogger Pablo Seguí said...

¿Qué hace, Adrián? No entiendo bien el punto del título: qué quiere darse a entender. (Conste que son las cinco y media y estoy, básicamente, reventado.) No me gusta la frase merchandisinguera (o como se diga) de Fresán, pero me interesa la otra cita, no por los muchachos con los que dice que se codea en la actitud, sino por esta última.

Tengo "Amor a Roma", poemas, legible.

Saludos desde La República.

5:27 a. m.  
Anonymous adrián said...

Quiere darse a entender que por momentos Feiling tiene más humos que un carro de choripán. Fresán, ni hablar. Porque pretender escribir algo "legible" (que él lo hace), vaya y pase. Pero andar operando para que él y su grupete de amigos sean tenidos como contrapelistas de lo "dominante"... me parece un poco demasiado. Me suena menos a literatura que a política de la literatura.
Ésa es más o menos la idea, Pablo, perdón la confusión.

9:54 a. m.  
Anonymous adrián said...

Ah!, y no transcribí lo que pone antes: en vez de "hice un policial, una de aventuras y una de terror", prefiere decir que escribió "una trilogía sobre los géneros". Faaaa, varón!!!...

10:36 a. m.  
Blogger GrammatiKon said...

pase eldato de la mesa de saldos donde se afanó el libraco!

12:47 a. m.  
Anonymous adrián said...

Estaba en Macao, en la Obispo Trejo. Pero me parece que era el último...
(No fue afano en este caso, llevo años retirado.)

9:37 a. m.  
Blogger GrammatiKon said...

gracielas borges por el datex! Sí, al parecer era el último... gtk

6:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Adrián. La tristeza de ese empate en el sur todavía me hace daño. Hace unos días se me aclaró el panorama de ese grupo de jóvenes rebeldes que coparon la escena literaria en los 90, leí El día feliz de Charlie Feiling, una novela breve a dos manos entre Bizzio y Guebel. Nunca había leído nada de ellos y no reincidiré nunca más. Airas menores. Y ya Aira es nada. Nada para decir más que sus egomanías. Homofóbicos. Machos. Despeciativos de las mujeres. Infantiles. Intelectualoides antiintelectuales. Procolápticos. Insensibles. Aprovechadores de la muerte del amigo. Stop.
Pipi

6:39 p. m.  

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