lunes, junio 27

Vera Drake


Acababa de ver en video Vera Drake, del inglés Mike Leigh, y pensaba en lo bajos que acaso son mis parámetros de valoración. De películas en este caso, pero la impresión es extensible a otras áreas. Porque me acuerdo por ejemplo de la enésima comedia con Ben Stiller que vi, y ya no puedo declarar que me gustó con la misma liviandad que entonces. Es que Vera Drake, la historia de una mujer pobre que hace abortos en Londres a mediados del siglo pasado, se revela como un trabajo de creación comprometido, "jugado" por donde se mire, más allá de las coincidencias y divergencias que puedan surgir de su delicado tema. Las situaciones, los personajes, los escenarios, parecen haber sido concebidos con un respeto y un amor (amor respetuoso, respeto amoroso) poco frecuentes en la vasta oferta de filmes disponible. Es verdad que puede conseguirse mucho cine no convencional; lo llamativo de esta película es que su relato, lineal, clásico, puede atraer a variados públicos y moverlos sin didactismos a reflexionar sobre una cuestión tan escabrosa.
Lo que más me impresionó de la película fue poder ver con suma claridad cómo un problema ético puede dirimirse de muy diferentes maneras en distintas situaciones o escenarios (el hogar, la comisaría, el juzgado, la cárcel). Vislumbres tan asombrosos como éste, no los he experimentado en otro campo que no fuera el del arte.