domingo, agosto 22

Nick Fogwill, una pluma de fuste



-Aprovechar, dijiste vos -dijo ella.
-Yo ni hablé...
-Entonces yo soñé o te sentí a vos hablando en sueños.
-¡Qué bueno anoche...!
-Genial... Divino...
-Pensé que me moría...
-Yo en momentos no podía hablar... Pero se me cruzaban ideas...
-¿Ideas de qué...?
-Cosas... Con animales...
-¿Sexuales...?
-Claro... ¿Qué otra cosa iba a ser...?
-Yo qué sé... ¡Cualquier cosa...!
-Sí... La jirafa del zoológico... Pero ah... ¿Sabés qué?
-¿Qué?
-Que cuando vos te fuiste a jugar vi un pedazo de una película con caballos... De ahí me vino...
-¿Qué te vino?
-Lo que se me cruzó... Pijas de animales... Caballos... Pijas de perros...
-A mí nunca se me cruzó la concha de una perra, ni la concha de una vaca...
-Porque a las hembras no se las ves... Las pijas se les ven bien a los caballos y a los perros...
-No sé de qué famosa decías que se la hacía chupar por un perro... ¿Era la de "Hola Susy"?
-De todas... Los perros siempre tiran a olerte...
-Sí... Pero una cosa es que te huelan y otra que te la hagás chupar...
-Cierto... Pero esas viejas que viven solas con un perro que se duerme en la cama de ellas... No pensás que deben...?
-No...
-Yo creo que por lo menos alguna debe haber hecho el experimento...
-Yo jamás me cogería a un bicho...
-Es diferente... Las hembras no dicen nada... Pero las pijas de los animales... Y... ¡La lengua de los perros...!
-Quiere decir que le tocarías la pija a un caballo...
-Sí... Creo que sí... Seguro que sí...
-¿Y te la dejarías chupar por un perro...?
-Si no es mío sí... Si es de una amiga y si es grande el perro... Sí...
-¿Y se la chuparías a un perro entonces?
-Sí... Si se me diera sí...
-Más vieja te ponés, más asquerosa y puta...
-La tenés durísima, Dadi...
-Sos capaz de...
-¿De que te chupe?
-No, de tocar... Babeármela y pajear...
-¿Así?
-¡Así, sí!
-¿Me comprarías un perro, Dadi?
-¿Amaestrado?
-Un doberman...
-¿Que te la chupe?
-Sí... Y mientras yo te la chupo a vos...
-No, a mí no... Yo ni los miro, yo desde atrás te la pongo atrás...
-Sos capaz de metérmela atrás...
-Así... ¿Ahora...?
-Sí... Así ya...
-Mojala más...
-Meteme ya...
-Más vieja sos, más puta te ponés y me calentás más...
-No te movás, te la chupo yo a vos con la colita...
-Sí, pero vos cerrá los ojos y pensá. ¿Qué te gustaría más mientras: tocársela a un caballo o chupársela a un perro?
-A un perro.
-¿Chupársela?
-No, lamérsela... Entrame todo, más...
-Sacá la lengua...
-Lamérsela, pero haciéndole la pajita con dos dedos...
-¡Sos una vieja cada vez más puta...!
-Dale, Dadi, tirame el pelo y sacudime y acabamos... Vamos.
-Qué ojete, mami... Qué orto tenés... Por qué serás tan puta...
-¡Pasame, papi, la lengua por la espalda y vamos...!

(La experiencia sensible, 2001)