Todo no se puede tener
Cuestión que leo la nota a Enrique Iglesias de hoy, y pienso exactamente lo mismo que con la del padre hace dos meses: qué pena este tusam, si cantara como habla…
La Voz del Interior
un whisky es suficiente, dos son mucho, tres son poco.
... de Chasman de la esposa...
Mirémoslo de este modo: Matt Groening le está haciendo un pequeño favor a la familia peroncha, al darle por fin la posibilidad de desmentir exitosamente una canallada atribuida a su alma páter. Porque hasta donde yo sé, no se puede decir que el Potro haya sido un “desaparecedor” sistemático como otros canallas a los que dio asilo en sus supuestos años dorados.
Por otra parte qué diferentes, o mejor dicho divergentes, pueden resultar a veces Perón y el peronismo. Anoche, zappineando lo más lejos posible de Tinelli, me encuentro en el canal 10 local con la película Pulqui, un instante en la patria de la felicidad (Alejandro Fernández Mouján, 2007): la aventura de un artista plástico y un técnico metalúrgico, asociados para construir una réplica de un legendario Objeto Volador Justicialista.
Así como por más ateo que uno se declare no puede zafar de ciertas matrices de pensamiento y sentimiento cristianas, es difícil no simpatizar con la utopía naif del primer peronismo. Por supuesto, podemos cansarnos de enumerar los monstruos, las pesadillas agazapadas que tarde y temprano se vuelven realidad. Pero quizás no debiéramos dejar que se pierdan ciertos viejos y entrañables juguetes de cuando éramos hombres-niños.
You Tube, La Voz, El Amante