sábado, abril 14

Policías en acción


Si este blog fuera más masivo, no colgaría cosas cómo ésta. Lo cierto es que la concurrencia por aquí es tirando a flaca, lo cual nos permite admirar en público a la Policía de la ciudad de Pilar.
¿Qué hicieron estos implacables agentes? Ah, no lo van a poder creer…
Resulta que exhibieron en una plaza unos cuantos artículos recuperados en diversos allanamientos, con el fin de que los vecinos los reconocieran y se los llevaran de vuelta a sus casas. Esto solo ya es por demás noble, ¿no?: las fuerzas del orden de Pilar no se quedan con nada, lo restituyen todo a su comunidad. Pero aparte, en una genial treta antidelictiva, incluyeron en su muestra una planta de Cáñamo de la India (Cannabis Sativa, más conocida como marihuana), cultivada en una pequeña maceta. Ahora es sólo cuestión de esperar. Tarde o temprano un malvado infractor a la Ley de Estupefacientes, mercader de muerte, verdugo de nuestros indefensos jóvenes, intentará retirar su nefasta pertenencia.
Mientras ese pez diabólico se dirige a su seguro anzuelo, guardemos discreción, che. Estemos a la altura de nuestros sabuesos.

La Voz del Interior

jueves, abril 5

Una vergüenza


Hay sucesos que marcan un antes y un después en la historia de un weblog. Hoy nos pondremos serios a causa de una terrible afrenta sufrida por el pediatra Miguel Tregnaghi, por cuya causa éste no tuvo más alternativa que recurrir a la justicia.
Ocurre que el inefable intendente Luis Juez (Luis El Lengudo en tiempos jocosos de este site), perdiendo ya las últimas trazas de escrúpulos que le quedaban, no vaciló en calificar al especialista como ¡”Profesor Neurus”!
Horrible, horrible... Episodios de este tipo nos dejan sumidos en el más negro estupor, y afortunadamente no hará falta explayarnos demasiado al respecto. Baste con las esclarecedoras declaraciones del pediatra y su abogado, quienes no dejaron dudas sobre la deshonra de ser equiparado a un científico perverso, quien al comando de una pandilla de incalificables elementos del hampa animado (Pucho, Larguirucho, Serrucho, Kechum), se obsesiona en destruir a un niño indigente (Hijitus).
Ahora sí, Juez no tiene escapatoria. Tregnaghi no miente cuando asegura no portar cabellera azulada ni anteojos de carey, dejando al descubierto la alusión negativa a facetas de su más íntima personalidad.
Consternados por la magnitud del daño moral infligido, nos comprometemos de aquí en más a dejarnos de huevadas, y luchar a brazo partido contra tanta, tantísima injusticia.

La Voz del Interior